Un juez ordenó demoler el hotel Sheraton que se construía en el centro histórico de Cusco (Perú), antigua capital del imperio inca, tras cuatro años de litigio por las irregularidades en la obra, que destruyó restos arqueológicos y rompió el perfil de la urbe declarada patrimonio de la humanidad.
El fallo difundido este sábado en medios locales también contempla la reposición de cinco filas de andenes de la época inca que fueron sacados del lugar de la construcción, ubicado a tan solo tres manzanas de la plaza mayor de Cusco.
La decisión fue tomada por el magistrado dirimente Wilber Bustamante, de la Corte Superior de Justicia de Cusco, y la ejecución de la sentencia estará a cargo de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC).
El edificio consta de siete plantas cuando lo máximo permitido para la zona es de dos pisos, después de que en 2014 la inmobiliaria R & G tramitase de manera irregular unos permisos de obra para ampliar el proyecto que contravienen el plan maestro del centro histórico de Cusco.
Por ello el Ministerio de Cultura sancionó el año pasado a la inmobiliaria con una multa de 7,5 millones de soles (2,26 millones de dólares).
De ellos 4,2 millones de soles (1,26 millones de dólares) corresponden al daño provocado al patrimonio arqueológico nacional por la afectación a los andenes incas y 3,3 millones de soles (1 millón de dólares) por haber sobrepasado la altura permitida para las construcciones en esa zona.
El comité peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) advirtió el año pasado que Cusco podía perder su calificación de patrimonio de la humanidad si no se demolían las cinco plantas que excedían el límite permitido.
Para el Icomos, la construcción ha violado todos los principios jurídicos y técnicos sobre intervenciones en un centro histórico tan valioso como el de Cusco, cuyos inmuebles aglutinan muchas veces estructuras incas con elementos coloniales.
El casco antiguo de Cusco, ubicado en el sur de los Andes peruanos a 3.400 metros sobre el nivel del mar, fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1983.