El mítico Hotel Ritz de París organizará una subasta de 10.000 objetos que formaron parte de su mobiliario y que fueron almacenados tras las sucesivas reformas que el establecimiento ha realizado a lo largo de sus 120 años de historia.
Uno de los comisarios de la puja (organizada por la casa parisina Artcurial), Stéphane Aubert, señaló a Efe que los muebles podrán verse en una exposición que precederá a los cinco días de subasta, del 17 al 21 de abril, en la que se espera recaudar más de un millón de euros y atraer a miles de personas.
“Érase una vez… el Ritz París” es el nombre de esta subasta que contará con 35.000 lotes de objetos de estilo intimista y decorativo entre los que se encuentran sofás, lámparas, sillas o cortinas.
La primera bañera del hotel, valorada entre 800 y 1.200 euros, es una de las piezas más destacadas de la subasta, ya que constituye un ejemplo perfecto del “estilo y el lujo típicos de Francia”, característico de las épocas de los reyes Luis XV y XVI, aseguró el comisario.
Algunos de estos muebles, hasta ahora guardados en un almacén de 3.000 metros cuadrados, formaban parte de la decoración del hotel antes de la gran reforma de 2012, en la que el Ritz cerró por primera vez en su historia para llevar a cabo unas obras que duraron cuatro años, hasta 2016.
El buen estado de muchas de las piezas es el resultado del trabajo de reparación que se lleva a cabo en el taller que posee el propio Ritz, donde cada día se practica “un ‘savoir-faire’ a la francesa”, según Aubert.
El hotel de la Plaza Vendôme, muy cerca de los jardines de las Tullerías, se ha convertido en un símbolo de la elegancia parisina y es conocido por el lujo de sus habitaciones, en las que durmieron personalidades como Coco Chanel, Ernest Hemingway o Audrey Hepburn.
También sirvió de inspiración al escritor parisino Marcel Proust, que creó su obra “À la recherche du temps perdu” (“En busca del tiempo perdido”) dentro de los muros del Ritz, de donde también sacó ideas para varios de sus personajes.
Pero el Ritz ha sido también escenario de acontecimientos menos glamurosos, como el incendio que se declaró en la última planta en 2016, o el atraco que sufrió su joyería el pasado enero, cuando cinco hombres rompieron las vitrinas y se llevaron un botín por valor de 4 millones de euros, que finalmente fue recuperado.