La cadena española Iberostar confirmó ayer que sus hoteles en las ciudades cubanas de La Habana, Trinidad Santiago y en el balneario de Varadero operan con “total normalidad” tras el paso devastador del huracán Irma por la isla en septiembre pasado.
Todos los establecimientos en esos polos turísticos cubanos mantienen los estándares de calidad habituales, así como un “positivo y ascendente” nivel de ocupación en la actualidad, indica un comunicado de la compañía española remitido.
Iberostar, que opera 17 hoteles en el país caribeño, tiene el objetivo de aumentar a 20 sus establecimientos y administrar hasta 12.000 habitaciones hoteleras en Cuba para el año 2020.
La compañía precisa, además, que los hoteles Ensenachos, Daiquiri y Playa Pilar, ubicados en los cayos de la zona norte-central -una de las zonas más afectadas por el azote del huracán Irma-, abrirán sus puertas el próximo 1 de noviembre tras realizar mejoras y reformas.
La cadena española asegura que La Habana y Varadero, principal polo de sol y playas de la isla, es una de las combinaciones turísticas “más atractivas y demandadas” a nivel mundial.
“A pesar de las recientes inclemencias meteorológicas, el destino está ya recuperado y funcionando a pleno rendimiento”, afirma la hotelera, que confía en el pronóstico de las autoridades turísticas del país caribeño que prevén una temporada alta, entre noviembre y abril, con resultados positivos.
El jefe de operaciones de Iberostar, Aurelio Vázquez, citado en el comunicado de la compañía, ratificó la apuesta por “seguir reforzando” su presencia en Cuba, donde la hotelera está presente desde hace dos décadas.
“Cuba ha sido siempre uno de los destinos más relevantes de nuestro portafolio y se ha convertido en uno de los preferidos de nuestros clientes a nivel internacional”, señaló el directivo.
El paso del huracán Irma por varias provincias al norte de Cuba dejó 10 muertos, cuantiosos daños a viviendas, al sistema eléctrico, a las comunicaciones, agricultura y también a instalaciones turísticas ubicadas en la zona de la cayería norte de las provincias centrales de la isla.
Las autoridades cubanas se volcaron en la recuperación y actualmente impulsan una potente campaña de cara a la próxima temporada del turismo, el área más dinámica de la economía del país y la segunda con más ingresos, que este año aspira a sobrepasar el récord de 4 millones de visitantes extranjeros logrado en 2016.