Los vigilantes de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat han convocado huelga indefinida de 24 horas a partir del próximo 14 de agosto, protesta que ha llevado a mover ficha a AENA, que podría sancionar con 300.000 euros a la concesionaria Eulen por incumplimiento de contrato.
El comité de Eulen Seguridad ha registrado ante el departamento de Trabajo de la Generalitat esta nueva convocatoria de huelga, que en plena temporada de verano puede poner en jaque el aeropuerto barcelonés, donde ya hace días que se registran largas colas en los accesos de control como consecuencia de una huelga de celo de los vigilantes.
Oficialmente, la huelga empezará mañana y lo hará de forma parcial, con paros de una hora de duración a las 5:30, las 10:30, las 16:30 y las 18:30 horas.
Estos paros se repetirán los días 6, 7, 11 y 13 de agosto. A partir del día 14, los trabajadores de Eulen intensificarán su protesta e iniciarán una huelga indefinida de 24 horas.
Los empleados, además, han convocado una manifestación que tendrá lugar el próximo 18 de agosto a las 17:30 horas en la avenida Diagonal, a la altura de la plaza Reina María Cristina, según ha explicado Juan Carlos Giménez, asesor del comité de huelga.
La Delegación del Gobierno en Cataluña ha fijado en el 90 % los servicios mínimos de carácter obligatorio durante la huelga, al entender que “por debajo de ese porcentaje podrían verse afectados gravemente otros derechos fundamentales, especialmente el de la libertad de circulación”.
Con estas movilizaciones, los trabajadores de Eulen quieren presionar a la compañía para conseguir mejoras laborales y un refuerzo de la plantilla, especialmente durante la temporada de verano.
La concesionaria, sin embargo, considera la convocatoria de huelga “ilegal y abusiva”, defiende que cumple “rigurosamente” con el convenio colectivo del sector y acusa a los sindicatos de tener una “nula voluntad” de negociar las propuestas ofrecidas para resolver el conflicto laboral.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha declarado hoy que es “imperativo” que AENA, el gestor aeroportuario, se involucre en el conflicto laboral de Eulen ante el perjuicio que las aglomeraciones en los filtros de acceso están causando en miles de pasajeros.
“Instamos formalmente a AENA a que participe en esta negociación”, ha afirmado Rull, que ve “incomprensible” que el Gobierno, de quien depende el ente aeroportuario, esté “desaparecido” y se haya negado a participar en las negociaciones entre la dirección y el comité de huelga de Eulen.
Precisamente, AENA ha anunciado que ha iniciado dos procesos administrativos contra Eulen, lo que podría conllevar una sanción de hasta 300.000 euros.
El contrato con Eulen establece que la empresa concesionaria ha de garantizar un servicio de calidad al pasaje, por lo que si esta premisa no se cumple el gestor aeroportuario le podría penalizar.
AENA también puede sancionar a Eulen si se producen hechos “de especial gravedad o que perjudiquen la imagen del aeropuerto”, como los que se están dando estos últimos días en El Prat.
Cada proceso administrativo de los que iniciado Aena puede suponer una multa de hasta 150.000 euros, por lo que la sanción máxima, teniendo en cuenta que se han abierto dos expedientes, podría alcanzar los 300.000 euros.
Las declaraciones de Rull también han tenido respuesta por parte del Ministerio de Fomento, que ha acusado al conseller de “faltar a la verdad” y hacer un uso político de esta huelga.
Fuentes de Fomento han indicado que las declaraciones del conseller Rull demuestran que su interés “no se sitúa del lado del aeropuerto, ni mucho menos de los ciudadanos que lo utilizan”, sino que su único objetivo es criticar al Gobierno “faltando a la verdad”.
Recuerdan, en este sentido, que AENA se ha implicado “desde el primer momento” en la resolución de este conflicto y que ha instado a la empresa Eulen a que mantenga los niveles de calidad exigidos en los servicios que presta el aeropuerto y a que frene el conflicto laboral abierto con los trabajadores.
Por todo ello, señalan desde el Ministerio que dirige Íñigo de la Serna, Josep Rull “debería dejar su campaña de crítica permanente con la que demuestra su obsesión contra el Gobierno”.