El consejero delegado de la IATA, Alexandre de Juniac, ha advertido de que los problemas de congestión aérea sufridos en Europa durante el último verano, que provocaron demoras y cancelaciones de vuelos, volverán a repetirse casi toda seguridad en las mismas fechas del próximo año.
Por ello, ha instado a los gobiernos y proveedores de servicios de navegación aérea de Europa para que aborden los problemas de congestión aérea en la región, donde los retrasos se han duplicado este año “con creces” respecto a 2017.
De Juiniac ha explicado en el evento Wings Of Change Europe 2018, organizado por IATA, que es necesario un aumento de personal e inversión en infraestructura.
Los proveedores más importantes o bien no cuentan con suficiente personal o la gestión de recursos humanos es deficiente e impide contar con el personal necesario, lo que redunda en demoras innecesarias para los pasajeros, ha indicado.
También el vicepresidente regional para Europa de la IATA, Rafael Schvartzman, ha manifestado su preocupación y ha explicado que “si hoy sabemos que necesitamos más controladores en verano para manejar el espacio aéreo de Alemania, que es uno de los cuellos de botella, ya llegamos tarde, porque son necesarios dos años para preparar a un controlador aéreo”.
A la espera de que se materialice el cielo único europeo, la IATA está impulsando la estrategia de que los Estados miembros trabajen a nivel nacional para resolver este problema.
Para seguir beneficiándose del éxito de su industria de transporte aéreo, España debe trabajar para implementar una estrategia nacional de espacio aéreo para aumentar su capacidad, eliminar la congestión y mejorar su eficiencia.
En este sentido, podrá contar con la ayuda de la IATA que trabajará también en este sentido con otros países europeos como Francia, Italia o Polonia.
Además de la capacidad aérea, el estudio Air Transport Competitiveness Indicators 2018 de la IATA ha revelado que España debe también mejorar el marco legal que rige las tarifas aeroportuarias y conectar los dos aeropuertos principales del país con el tren de alta velocidad.
El estudio señala que la conectividad aérea creció en España un 56 % entre 2013 y 2018, lo que la sitúa en el tercer país con la demanda más alta de Europa.
La industria aérea genera 1,7 millones de empleos en España y aporta 107.000 millones de euros (9,1%) a su PIB.
Según el informe de la IATA, España puede crecer aún más si duplica esfuerzos en mejorar la competitividad del transporte aéreo, hasta alcanzar, en 2037, dos millones de empleos en la aviación y aportar 179.000 millones de euros a su PIB.