Iberia quiere ser “partícipe” del plan inmobiliario del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, presentado esta semana por el Ministerio de Fomento, y trabajar “de forma coordinada” con Aena en su desarrollo.
El plan contempla una inversión de casi 3.000 millones de euros en los próximos cuarenta años para convertir Barajas en un gran centro logístico y de ocio.
El presidente de Iberia, Luis Gallego, ha señalado que la aerolínea tiene “intereses comunes” con Aena, al ser el aeropuerto madrileño el centro de operaciones e interconexiones (hub) de la compañía y donde cuenta con hangares y muchos terrenos.
“Nos gusta que Aena invierta en Barajas” porque “lo que queremos es que, al final, Madrid sea un hub diferencial y el mejor de Europa, a fin de poder captar clientes antes de que se vayan por otros aeropuertos”.
“En eso estamos totalmente alineados”, ha afirmado, con motivo del vuelo inaugural de Iberia a San Francisco.
Según Gallego, Iberia puede contribuir a que Barajas se convierta en un polo industrial más potente, gracias a su capacidad de atraer a empresas que pueden trabajar a su alrededor.
En su opinión, “puede ser positivo que nosotros y Aena trabajemos en eso, para ofrecer servicios a terceros”.
Actualmente, Iberia tiene por objetivo crecer en capacidad a un ritmo anual de un 8 % hasta 2022, período en el que también espera lograr un retorno de capital invertido superior al 15 % (frente al actual 12,2 %).
Gallego se ha mostrado convencido de que Iberia podrá cumplir sus objetivos, aunque ha reconocido que factores como el precio del petróleo, los costes laborales o una situación de sobrecapacidad en el mercado pueden retrasar el crecimiento previsto.
El presidente de Iberia ha explicado que el actual precio del combustible no está afectando al crecimiento, pero “si el barril se va por encima de 100 dólares, quizá haya que revisar el plan de negocio”.
El precio está subiendo, pero la compañía “tiene músculo para aguantarlo” y es muy complicado que pueda poner en peligro a la Iberia actual, porque “una cosa es que afecte al desarrollo previsto y otra que se pueda llegar otra vez a números rojos y estar debatiéndonos entre la vida y la muerte”.
Aunque Gallego ha reconocido que la subida del precio del petróleo “puede suponer un impacto grande en la cuenta de resultados, Iberia trabaja en mejorar la gestión del combustible por parte de las tripulaciones, ya que “hay muchas acciones que se pueden hacer a bordo para reducir su consumo”.
En cuanto a los costes laborales, Gallego ha recordado que Iberia ha empezado la negociación del nuevo convenio de los pilotos y espera que se llegue a un acuerdo que permita el crecimiento de la aerolínea.
El actual convenio establece unas subidas salariales en función de los objetivos de la empresa y el año pasado, con un margen de ebit sobre ingresos superior al 7 %, Iberia pagó una subida del 3,5 % a sus trabajadores (un 1 % consolidado y un 2,5 % variable).
Para que Iberia pueda crecer también es necesario que se desarrolle más su filial de bajo coste Iberia Express, que ayuda a alimentar los vuelos de largo recorrido con los pasajeros de conexión, ha agregado.
Respecto de las cuatro jornadas de huelga de los pilotos de Vueling que han llevado a la cancelación de los vuelos del puente aéreo, que la compañía catalana opera conjuntamente con Iberia, esta última ha puesto aviones de mayor tamaño en esta ruta para acoplar, así, a los pasajeros afectados.