Frente a las restricciones y alertas de la administración de Donald Trump respecto a los viajes a Cuba, empresas estadounidenses del sector del turismo defienden con firmeza los atractivos de la otrora “isla prohibida” como destino legal, seguro y acogedor para los ciudadanos de ese país.
Una veintena de touroperadoras, agencias de viajes, aerolíneas y compañías de cruceros participaron esta semana en un evento en La Habana que busca dar a conocer las opciones para visitar la isla desde EEUU y despejar la incertidumbre provocada por las últimas medidas de Trump que pretenden limitar esos viajes.
“El presidente Trump cambió muy poco y Cuba sigue siendo un destino legal. Hay mucha confusión en el mercado de EEUU y queremos dejar claro que Cuba es seguro y acogedor para los estadounidenses“, afirmó a EFE Tom Popper, presiente de Insight Cuba, touroperadora pionera en organizar viajes a la isla y promotora del evento.
Popper aseguró que ningún viajero estadounidense ha sufrido daño alguno durante su estancia en Cuba, aunque el Departamento de Estado anunció ayer que 19 ciudadanos de EEUU padecen síntomas semejantes a los de los diplomáticos que fueron víctimas de unos misteriosos “ataques” en la capital cubana, según Washington.
A raíz de esos ataques, cuyo origen se desconoce, EEUU emitió en septiembre una alerta de viaje a Cuba y retiró a casi todo su personal de la embajada de La Habana, decisiones que han provocado el rechazo del Gobierno cubano, que pone en duda lo ocurrido a los diplomáticos y defiende la seguridad del país.
Según una encuesta interna de Cuba, de los casi 4,7 millones de turistas que recibieron en 2017 -cifra récord-, el 95 % se va satisfecho, el 96 % recomendaría el lugar y casi el 40 % son viajeros que repiten.
“Sin duda, el nivel de satisfacción entre mis clientes que vienen a Cuba es mucho más alto que en otros lugares”, aseveró Peggy Goldman, presidenta de Friendly Planet, agencia que organiza viajes desde EEUU a otros destinos exóticos como Camboya, Bali, Dubai o Tanzania.
En medio de este auge del turismo, el número de visitantes de EEUU también logró récord en 2017, al situarse en 619.777 -casi el triple que un año antes-, dato que prueba el interés que entre los estadounidenses despierta la isla, donde todavía no pueden viajar como turistas pero sí bajo las doce categorías permitidas.
Sin embargo, varias agencias confirmaron a Efe que en el último trimestre de 2017 los viajes de EEUU a Cuba cayeron en torno a un 50 % respecto al año anterior, una tendencia que se mantiene en los primeros meses del año, debido también al efecto disuasorio de las restricciones que la Casa Blanca anunció el noviembre.
La administración Trump eliminó el viaje individual dentro de la categoría “pueblo a pueblo”, que eran los más numerosos por ser más baratos y requerir menos trámites, aunque se mantiene la posibilidad de hacerlo en grupos organizados por agencias autorizadas, que se ocupan de todo el papeleo.
“El negocio ha caído sin duda. El público estadounidense está muy confundido respecto a las nuevas regulaciones, creen que ya no es legal viajar a Cuba”, señaló Goldman.
La reapertura de los vuelos regulares entre Cuba y EEUU en septiembre de 2016 también facilitó esos viajes individuales y las aerolíneas estadounidenses se lanzaron a solicitar rutas esperando una avalancha de ventas, aunque un año después muchas han abandonado el mercado o reducido frecuencias.
Sin embargo, American Airlines, después de reajustar sus itinerarios en función de la demanda, mantiene su apuesta por Cuba y ha solicitado al Departamento de Estado permiso para operar 17 frecuencias semanales en la ruta Miami-La Habana, que se sumarían a las 63 que ya conectan aeropuertos de Florida y Cuba.
“Somos la aerolínea con más vuelos a Cuba. Creemos que Miami, con más de 350 vuelos diarios a todo el mundo, puede ser un puente para unir Cuba con Europa o Latinoamérica. Además en Miami reside la comunidad más importante de cubanos en el exterior”, señaló Martha Pantín, directora de Comunicaciones para Latinoamérica y el Caribe de American Airlines.
Desde la isla, el presidente de Cuba Viajes -una agencia estatal que negocia con touroperadoras extranjeras-, José Manuel Bisbé, confió en que el flujo de estadounidenses se estabilice pronto, ya que la advertencia de viaje no es impedimento legal y “una vez que se tenga mayor claridad sobre las medidas”.
“Nuestros planes de desarrollo turístico continúan, al margen de EEUU. El turismo siempre lo hemos concebido sin el mercado estadounidense”, indicó Bisbé.
En estos momentos, Cuba cuenta con 366 hoteles que suponen más de 68.000 habitaciones, va a abrir 15 nuevos hoteles este año y planea sumar unas 100.000 habitaciones para 2030.