Atrás quedaron los tiempos en que ir de camping suponía aceptar una retahíla de incomodidades y resignarse a sufrir la presencia de visitantes inesperados en forma de bichos.
Hoy en día tanto los turistas que se deciden por este tipo de escapada como el material que les acompañan se han adaptado a un mundo cada días más tecnológico. Seguimos en pleno contacto con la naturaleza pero tratando de paliar la parte más incómoda de disfrutar de ésta.
Lo primero de lo que mayores y niños suelen quejarse es de las picaduras y mordiscos de distintos insectos que nos hacen difíciles especialmente las noches. Para mantenerlos alejados nada mejor que un repelente ultrasónico compacto, los hay del tamaño de un mechero y sólo necesitan luz para funcionar.
Otra de las cosas que más falta hace a los turistas es, como no, el móvil. A no ser que realmente te hayas propuesto depurarte tecnológicamente te verás entre medio de los árboles buscando cobertura y activando el modo avión para que la batería te dure lo máximo posible. Una batería externa es indispensable y lo más cómodo es elegir una que se cargue sola, tienes una amplia variedad de ellas y su precio es muy económico.
Nada de tecnológica pero sí necesaria es el agua, en una zona de río lo más práctico es ir renovando tu cantimplora en él. Sin embargo debes ser precavido y acordarte de filtrarla, algo que puedes hacer con un gadget que elimina las bacterias. Cambia tu cantimplora por las botellas con filtro de agua portátil, una opción apta para todos los bolsillos.
Y después de estar bien hidratados seguro que tenemos ganas de inmortalizar los recuerdos. Y como no, recurriremos al móvil, una buena opción salvo por la estabilización de la imagen. Existen diversos dispositivos estabilizadores que te permitirán hacer capturas de calidad y que los selfies salgan perfectos.
Por supuesto no podemos olvidarnos de lo más importante de todo. Un buen descanso en la tienda de campaña más revolucionaria. Lleva una luz led incorporada con autonomía de hasta 90 horas y que te facilitará cualquier tarea de interior una vez se haya ido el sol.