Un juez federal decidió ayer bloquear temporalmente la aplicación de una ley aprobada por el Ayuntamiento de Nueva York para poner coto a las empresas de alquiler de viviendas, como Airbnb, y que exige la entrega de información sobre los huéspedes, los clientes y las viviendas.
El juez Paul A. Engelmayer, del Tribunal Federal del sur de Nueva York, tomó esta medida por considerar que la Alcaldía no puede exigir los datos sobre las casas alquiladas, así como las identidades y residencia de los hospedados.
La ley no entrará en vigor hasta que no concluya el litigio, según el togado, quien considera que el asunto se resolverá en breve.
Airbnb, que presentó la demanda junto con la empresa de alojamiento HomeAway, dio la bienvenida a esta decisión calificándola, en medios locales, de “gran victoria” para la compañía y sus usuarios, “incluidos los miles de neoyorquinos en riesgo de sufrir una vigilancia ilegal que usan Airbnb para poder llegar a fin de mes”.
La ciudad de Nueva York aprobó esta ley el 18 de julio para poner fin a los alquileres de corto espacio de tiempo.
El estado de Nueva York prohibió en 2010 el alquiler por periodos menores de 30 días de viviendas situadas en edificios habitados por más de tres familias viviendo independientemente.
La única salvedad era que dicho alquiler se hiciera con un residente permanente viviendo en el piso.
Según las autoridades locales, la nueva normativa tramitada y aprobada en julio pretende desarrollar la anterior ley de 2010 con el objetivo de frenar a estas empresas que, según las autoridades, han contribuido al aumento del precio del alquiler en Nueva York.