La aerolínea estatal China Southern registró un beneficio neto de 5.961 millones de yuanes (925 millones de dólares, 765 millones de euros) en 2017, un 18,2 % más que en el ejercicio anterior, debido al aumento en el número de pasajeros transportados.
Según informó anoche en su informe anual, en 2017 un total de 126 millones de viajeros volaron con China Southern Airlines -la mayor aerolínea de China por volumen de pasajeros y la sexta del mundo-, lo que supone un incremento del 10,2 % respecto al año anterior.
Este incrementó provocó que los ingresos derivados del transporte de viajeros, que representan un 92,5 % de la facturación total, aumentaran un 10 %, hasta los 112.791 millones de yuanes (18.015 millones de dólares, 14.470 millones de euros).
A esta entrada de capital se suman los ingresos procedentes del transporte de carga, que subieron por su parte un 26,3 %, hasta los 9.082 millones de yuanes (1.450 millones de dólares, 1.165 millones de euros).
En total, la facturación de la aerolínea fue de 127.806 millones de yuanes (20.410 millones de dólares, 16.400 millones de euros) el pasado de ejercicio, lo que supuso un alza del 11,2 % respecto al año previo.
Por regiones, la fuente principal de ingresos fueron los vuelos con origen y destino dentro de China (excluyendo Hong Kong, Macao y Taiwán), que contribuyeron con 92.986 millones de yuanes (14.850 millones de dólares, 11.930 millones de euros) a su balance, un 10,2 % más que en 2016.
Los vuelos internacionales generaron 32.117 millones de yuanes (5.130 millones de dólares, 4.120 millones de euros), un 14,3 % más, mientras que los ingresos de vuelos que despegaron o aterrizaron en Hong Kong, Macao o Taiwán subieron sólo un 3 %, hasta los 2.386 millones de yuanes (381 millones de dólares, 306 millones de euros).
No obstante, los gastos operativos también subieron, un 15,9 %, hasta los 123.098 millones de yuanes (19.660 millones de dólares, 15.800 millones de euros).
El alza se debió principalmente a los costes derivados del aumento del precio del petróleo, que provocó una subida del 34 % en los gastos en combustible, y los costes de personal, que se apreciaron un 14,7 %.
Todo ello provocó una caída del 27,4 % en el beneficio operativo, que fue de 9.156 millones de yuanes (1.460 millones de dólares, 1.175 millones de euros) en 2017, un año en el que la empresa acusó “la competencia feroz, la subida del precio del petróleo y el impacto de la red de trenes de alta velocidad”.
La aerolínea cuenta con una flota de 754 aviones, después de haber adquirido 79 nuevos este año y haber retirado 27, y contrató a un total de 4.446 nuevos empleados en 2017, de los que 634 fueron pilotos.
Además, anunció una provisión de 30.233 millones de yuanes (4.830 millones de dólares, 3.880 millones de euros) para la adquisición de aviones y equipamiento de vuelo en 2018.