Con la llegada del verano austral a Sudáfrica se suceden por todo el país multitud de eventos y celebraciones, entre algunas de ellas destacan las Stellenbosch Street Soirées
Escapar del frio del invierno descubrir que en otras partes del globo terráqueo el clima invita a disfrutar del exterior es toda una gozada para cualquier aventurero. El verano sudafricano va desde el mes de noviembre hasta marzo y son en estas fechas y con motivo de celebrar las últimas cosechas donde los numerosos restaurantes gourmet y las Rutas del vino Stellenbosch unen esfuerzos para organizar numerosas actividades, que se han convertido en una de las mayores atracciones de la zona de los viñedos en la región del Cabo Oeste.
¿Te atreves a conocerlas?
Os ponemos un poco en órbita. La ciudad de Stellenbosch es el segundo asentamiento europeo más antiguo de Sudáfrica, tras Ciudad del Cabo, y es conocida como la Ciudad de los Robles, debido al gran número de robles que fueron plantados por su fundador.
La primera feria se organizó en 1971 por la asociación de las Rutas del Vino de Stellenbosch, y desde entonces, hace ya más de 30 años, se repite durante todos los años donde los Stellies comparten su animada cultura, su envidiable estilo de vida y su encanto cosmopolita en el corazón de esta histórica ciudad, todo ello mezclado con melodías frescas, deliciosa comida callejera y magníficos vinos.
Para los que quieran adentrarse en esta aventura, puntualizar que La Ruta del vino se divide en 5 sub-rutas y la mayoría de las bodegas ofrecen diariamente degustación de vinos, recorridos por las bodegas, venta de vino, y muchas de ellas cuentan con restaurante e instalaciones para picnic.
Además están las veladas culinarias de Stellenbosch Street Soiree se celebran una o dos veces al mes en un denominado Wine Wednesday, los próximos serán 16 y 30 de enero, 13 y 27 de febrero y marzo. Durante estos días se corta el tráfico rodado de la céntrica calle Drostdy que da paso a los peatones para saborear platos únicos de destacados restaurantes y puestos de comida callejera, mientras que las bodegas ofrecen deliciosos caldos.
¡Un plan más que delicioso… para posponer la operación bikini un poquito más!