La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, destacó el valor de la cultura como medio para conectar la diversidad de los pueblos con lo universal, al inaugurar en Bogotá el XIV Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Azoulay recordó en su intervención una entrevista que el escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, dio catorce años después al Correo de la Unesco en la que definió la “palabra mágica” cultura.
“En el fondo todos sabemos qué abarca el término cultura, pero no podemos expresarlo en dos palabras. Para la Unesco la cultura es lo que el hombre agrega a la naturaleza, para mí la cultura es el aprovechamiento social de la inteligencia humana. La cultura es todo y todo tiene un condicionamiento cultural”, afirmó entonces el Nobel, según la cita hecha por Azoulay.
La directora dijo además que “esta frase luminosa” de Gabo tiene una resonancia especial en el encuentro que durante seis días se llevará a cabo en Bogotá, pues “el eco del diálogo entre lo particular y lo universal” y la idea de un patrimonio cultural de la humanidad común “es lo que nos reúne hoy”.
Desde este lunes y hasta el próximo sábado los miembros del Comité analizarán en la capital colombiana 41 candidaturas para ingresar en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, entre ellas una de España y las de varios países latinoamericanos, entre otros asuntos.
CULTURA PARA LA CRISIS
Azoulay subrayó además el valor que posee la cultura al momento de ayudar a las comunidades a superar situaciones de “emergencia” y señaló que desde la creación del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco se ha consolidado la idea de un “patrimonio vivo” que integre “prácticas, experiencias, técnicas y conocimientos alimentados a lo largo de generaciones”.
“En una crisis, ante una emergencia, la gente recurre a sus prácticas tradicionales para encontrar soluciones tanto a corto como a largo plazo; es la razón por la cual apoyamos la resiliencia de las comunidades en algunas situaciones de urgencia”, dijo al mencionar como ejemplo a Malí, Niger y las dos Coreas, entre otros países.
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), señaló además que la “fuerza” del patrimonio inmaterial “es parte integrante de nuestra acción” cuando ésta se encuentra al servicio de “la paz y la reconciliación”.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó que la cultura es aquello “que se convierte en una tradición que evoluciona año tras año” y que permite al hombre “vivir con la naturaleza”.
“La cultura deja una herencia que con el pasar de los años termina convirtiéndose en una sabiduría, la cultura nos define y el mundo necesita hoy más cultura y más humanismo”, afirmó el jefe de Estado.
APORTE A LA PAZ
Azoulay afirmó durante su intervención que Colombia se puede apoyar en su historia y cultura para fortalecer la paz y destacó que la idea del patrimonio cultural “es lo que nos une”, por lo que el país se puede apoyar en él “para construir una unión donde había división”.
“Colombia es más que un socio, es un aliado y un constante amigo. Es un país que ha pagado un precio muy alto por los conflictos y que conoce el valor de la paz, así como su fragilidad, y que puede apoyarse en su historia para fortalecer la cultura de paz”, afirmó.
De esta forma Azoulay se refirió al acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.
Sobre este tema, Duque señaló que desea que las escuelas de arte y oficios que “por décadas han sembrado el amor por la cultura, inclusive en las regiones más agobiadas por la violencia”, lleguen a ser reconocidas por la Unesco como patrimonio inmaterial de su país.
CANDIDATOS UNIVERSALES
Entre las candidaturas para entrar en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que ya tiene 429 inscritos, se encuentran la fabricación artesanal de cerámica de estilo talaverano en Puebla y Tlaxcala (México) y en Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo (España), así como la música y baile de la bachata (República Dominicana).
Igualmente están la festividad del Señor Jesús del Gran Poder en La Paz el día de la Santísima Trinidad (Bolivia); el “Bumba-meu-boi”, práctica cultural compleja de Maranhão (Brasil), y el “Hatajo de Negritos” y “Las Pallitas”, danzas del sur de la costa central del Perú.
A esta lista se suman expresiones culturales de Armenia, Eslovaquia, Turquía, Etiopía, Bélgica, Portugal, India, Irlanda, Turkmenistán y Siria, así como algunas que se desarrollan en varios países como el alpinismo (Francia, Italia y Suiza) y el canto bizantino (Chipre y Grecia), entre otros.
De igual forma, las delegaciones en el Comité evaluarán seis candidaturas que requieren medidas urgentes de salvaguardia, como el “Jurauski Karahod”, ritual de primavera (Bielorrusia); la danza popular “Seperu” y prácticas rituales conexas (Botsuana), y el arte del bordado “Tally” en el Alto Egipto (Egipto).
También serán examinados el “Buklog”, ritual de acción de gracias del pueblo Subanen (Filipinas); los ritos y prácticas asociadas del santuario de Kit Mikayi (Kenia), y la música “Sega” con tambor de las Islas Chagos (Mauricio).