El regreso a las operaciones de los 737 MAX continúa alejándose más allá de las previsiones iniciales de Boeing, según varias informaciones conocidas este jueves, que apuntan a que los reguladores estadounidenses no levantarán el veto a este modelo al menos hasta febrero.
Según el diario The Wall Street Journal, hasta entonces no se espera que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) apruebe las mejoras del sistema de control del avión planteadas por la empresa y los programas de formación de los pilotos, dos meses más allá de lo previsto por la empresa hasta hace poco.
Eso quiere decir que cada vez es más probable que el 737 MAX no vuelva a transportar pasajeros al menos hasta bien entrada la primavera.
Así lo sugiere la decisión anunciada este jueves por la aerolínea American Airlines, que ha eliminado ese modelo de sus planes de vuelo hasta el 7 de abril.
Esa fecha supondría que los 737 MAX habrán pasado más de un año en tierra tras su veto por parte de los reguladores el pasado marzo en respuesta a dos accidentes, en Indonesia y Etiopía, en los que murieron un total de 346 personas.
Inicialmente, Boeing había previsto que el modelo estuviese listo para volver a volar durante el último trimestre de 2019, un calendario que luego pospuso hasta enero, y que la FAA ha considerado demasiado optimista, según informaciones de varios medios.
Las acciones del gigante aeronáutico perdieron este jueves algo más de un 1 % en Wall Street -el mayor retroceso entre los treinta valores del Dow Jones- como consecuencia de la previsión de nuevos retrasos y después de conocerse que Boeing ha alcanzado un acuerdo con Southwest Airlines para compensar parte de sus pérdidas vinculadas a la crisis del 737 MAX.
La aerolínea estadounidense no desveló los términos por ser confidenciales, pero anunció que repartirá parte del dinero, unos 125 millones de dólares, entre sus empleados.