Las principales aerolíneas de Estados Unidos (EEUU) tendrán que desembolsar al menos 1.000 millones de dólares en total este año debido a la paralización de los aviones Boeing 737 MAX, según desgranaron este jueves Southwest y American al dar cuenta de sus últimos resultados trimestrales.
Southwest Airlines, que posee 34 unidades de este polémico avión vetado el pasado marzo del espacio aéreo en todo el mundo, ha cuantificado en 435 millones de dólares la reducción de ganancias operativas que ha sufrido durante los nueve primeros meses de 2019.
La aerolínea tiene la mayor flota de este modelo y 41 encargos que espera empezar a recibir este año, teniendo en cuenta que este miércoles Boeing confió en obtener en los próximos tres meses la aprobación de las autoridades sobre la mejora del software al que se atribuye el fallo que causó los accidentes.
Gary Kelly, el máximo ejecutivo de Southwest, destacó que pese al “desafío” de los 737 MAX, la firma tuvo una facturación “récord” en el tercer trimestre, y afirmó que está negociando la “compensación por daños” relacionados con el veto, aunque no se ha lanzado a estimaciones antes de alcanzar un acuerdo.
American Airlines también divulgó este jueves los datos relativos a los 24 aviones 737 MAX que posee, más los 74 que tiene pedidos, y dijo haberse visto impactada por la paralización y por “los retos operacionales que resultan de las actuales negociaciones” sobre su contrato laboral.
“Como resultado de la directiva (de la Administración Federal de Aviación), American ha cancelado 9.475 vuelos en el tercer trimestre de 2019”, lo que ha reducido sus ingresos antes de impuestos en 140 millones. Para el conjunto del año, calcula que el descenso será de 540 millones, más de lo previsto anteriormente.
United Airlines, que tiene 14 aviones en su flota, divulgó sus resultados trimestrales la semana pasada, pero no hizo mención al asunto excepto por unas declaraciones de su máximo ejecutivo, Oscar Munoz, reconociendo “dificultades” en el sector y aplaudiendo la “habilidad para superar presiones de costes adversas” de la firma.
Entrevistado en el programa “Squawk Box” de CNBC, el consejero delegado de United no desgranó los costes, pero dijo que el veto a los 737 MAX desde hace siete meses “claramente perjudica” sus operaciones y que están “esperando” a los reguladores porque “lo importante es que vuelva con seguridad”.
De entre las mayores aerolíneas estadounidenses, estas tres son las más afectadas, puesto que otras grandes como Delta y Jetblue no operan con las naves de Boeing, lo que les ha supuesto una ventaja competitiva en el mercado, según apuntan los analistas.
Boeing, que presentó sus resultados este miércoles, reiteró que su “mejor estimación” es que las autoridades aprobarán el 737 MAX mejorado en el último trimestre del año, aunque son los reguladores “quienes determinarán las fechas y condiciones en cada jurisdicción”.