Para las compañías aéreas, “quien tiene un piloto tiene un tesoro” en un mercado como el actual, con una creciente demanda de personal cualificado y que se mueve al ritmo supersónico de millones de pasajeros.
El consumo de queroseno, el combustible empleado por los aviones, aumentó un 9,8 % hasta junio en España, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
Entre enero y agosto, el tráfico de pasajeros en los aeropuertos españoles superó los 168,3 millones, un 8,3 % más que en el mismo periodo de 2016, de acuerdo con los datos de AENA.
El cielo se rasga cada día con más huellas de aeronaves en tránsito y el sector demanda un mayor número de pilotos.
Esta desigualdad entre oferta y demanda ha abierto, en muchas aerolíneas, procesos de selección para el ingreso de nuevos pilotos e, incluso, sobrevuelan las contraofertas para arrebatárselos a compañías competidoras.
El jefe del Departamento Técnico del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), Ariel Shocron, ha confirmado que, ahora mismo, la demanda de pilotos “es mayor” que la oferta.
El Sepla, que agrupa a 6.000 pilotos -el 98 % del colectivo-, calcula que al año salen en España de las academias privadas unas 200 personas cualificadas para pilotar aviones. Esta oferta “no cubre” las necesidades actuales.
Shocron explica que la economía mundial “se ha estabilizado” y que se viaja más. La situación, a su juicio, deviene en una falta de pilotos cualificados.
Esta sería la razón, ha añadido, de que Ryanair, por ejemplo, “esté peleando” con otras compañías de bajo coste, como la noruega Norwegian, para conseguir pilotos con experiencia.
La misma por la que Iberia ha abierto una convocatoria para seleccionar pilotos de nuevo ingreso en pleno proceso de renovación de la flota; o que Air Europa se lanzase en junio a la selección de pilotos para poder operar los nuevos Boeing 737.
El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, ha remitido una carta a sus pilotos para ofrecerles aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo con el propósito de animarlos a rechazar las ofertas de sus competidores.
La Asociación de Pilotos Irlandeses (Ialpa) confirmó hace unas semanas que 140 pilotos de Ryanair habían abandonado la aerolínea para entrar en la plantilla de Norwegian, que prevé ampliar sus operaciones.
Iberia, que hace dos años perdió a 200 pilotos por un ERE y en 2018 dejará salir a otros 70 por esa misma vía, busca ahora pilotos para entrar en un nivel 11 salarial, de unos 30.000 euros anuales netos, según el Sepla.
La parte positiva para el colectivo en esta “busca y captura” de pilotos es que puede relanzar los salarios y la vocación por operar aeronaves de pasajeros.
Los salarios, según el Sepla, han mejorado en Estados Unidos con el regreso de muchos pilotos que emigraron a Asia y al Golfo Pérsico ante la crisis. Delta o American Airlines han ofrecido, según el Sepla, subidas salariales de cerca del 40 %.
En Europa, el escenario parece distinto. Según el sindicato, el aumento de los salarios para los pilotos “es más lento porque todavía hay una inercia” de la etapa anterior de crisis.
Con el número de pilotos actual, las compañías siguen la pelea por evitar, como le ha ocurrido a Ryanair, las cancelaciones de vuelos por errores de planificación en el cuadrante de trabajo.
Antonio Tomás- EFE