Es decir su nombre y a todos nos aparece una sonrisa. Esa palabra mágica que más que llenar, alegra el estómago: chocolate.
Es un amigo indiscutible en los momentos bajos de ánimo gracias a las endorfinas que genera su ingesta y su consumo es tan placentero que es un conocido sustituto del sexo en el imaginario colectivo.
Lo encontramos como protagonista o secundario en miles de alimentos pero los verdaderos amantes del cacao saben que no todos los chocolates son iguales. Si eres un apasionado de este alimento sigue leyendo, vamos a dar un dulce repaso por los mejores destinos para los chocolateros.
El primer destino obligado para los puristas es México, lugar donde se atribuye el nacimiento del cacao, que habría sido un descubrimiento Maya bajo el nombre xocoatl. Oaxaca es conocida como ‘la ciudad del chocolate’ y entrar en ella es emborracharse de su aroma.
Tras su expansión y desembarco en Europa fue Suiza el país que tuvo el acierto en 1875 de mezclar el cacao con leche dando origen al chocolate tal y como lo conocemos hoy en día y apenas unos años más tarde el popular chocolatero Lindt comenzó a venderlo fundido. Desde entonces Suiza no ha cesado de reinventar esta combinación dándole siempre un toque de glamour, algo propio del carácter del país.
Muy aficionados al chocolate son también en Bruselas que centra parte de su gastronomía en torno al chocolate y presume de tener más de 2.000 formas de realizarlo. En esta ciudad encontramos una de las mayores colecciones de figuras de chocolate del mundo, incluyendo una versión del monumento más característico del país, el Manneken Pis. De Bruselas era también el creador del praliné que data de 1912 e incluso podemos apuntarnos a uno de los talleres de chocolate organizados por la Chocolaterie Artisanale Planete Chocolat y donde podemos realizar degustaciones de pralinés y chocolates a la taza.
Otro destino muy chocolatero y quizás no tan reconocido como tal es París que lo descubrió en el siglo XVII cuando se tomaba en forma de bebida amarga y picante. Primero se le atribuyeron propiedades curativas y por ello llegó a comercializarse en farmacias. Ya en 1901 se instauró la ‘Academia Francesa de Maestros Chocolateros’ dando una idea de la importancia que ya se le otorgaba a este alimento. La chocolatería más antigua de la ciudad se denomina A la mére de famille se inauguró en 1761, ofrece más de 50 tipos de variedades y la más popular es la barra de chocolate con granos de calabaza.
La ciudad que concentra un mayor número de pasteleros y chocolateros del mundo no es otra que la ciudad de los excesos, Nueva York. A lo largo del año se celebran múltiples feria de repostería y chocolate además de incontables locales dedicados a él como la famosa ‘Magnolia Bakery’ conocida por ser punto de encuentro de las chicas de la serie ‘Sexo en Nueva York’.