Las cerca de 600 pastelerías de la Comunidad de Madrid venderán en Reyes casi dos millones y medio de piezas del típico roscón artesano, con un consumo medio de 260 gramos por persona, según estima la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de Madrid (Asempas).
Los madrileños se inclinan más por piezas de 500 gramos y un 45% prefiere el producto relleno de nata o trufa, explica Asempas en una nota de prensa.
“El precio apenas experimenta variación respecto al año pasado”, señala la asociación que preside Juan Martín Molero.
Los pasteleros de Madrid, que llevaban tiempo mostrando su “seria preocupación por la venta de roscones de baja calidad”, elaborados mucho antes de su consumo y siguiendo un proceso de congelación, están constatando ahora “con satisfacción la creciente tendencia” del consumidor a adquirir el roscón tradicional.
Según la asociación, aumenta la preferencia por el roscón realizado artesanalmente y consumido unas horas después, lo que viene a significar que “cada día se demanda más y mejor calidad”.
Los valores de calidad que defiende Asempas son el cumplimiento de la normativa técnico sanitaria vigente, así como el proceso artesano y tradicional de las pastelerías de Madrid, añade.
El Roscón de Reyes, conocido en un principio como “pan de Reyes” nació en Francia durante el reinado de Luis XV y su composición permanece inalterable con el paso de los años.
Los ingredientes naturales para la masa son la harina de trigo, azúcar, mantequilla, huevos, leche, levadura, ron, agua de azahar, ralladura de naranja y de limón, y sal.
Para la decoración, surtido de frutas confitadas, almendra, granillo azucarada, y sin olvidar, por supuesto, la figurita.