La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha asegurado que las medidas económicas aprobadas hasta ahora por el Gobierno para afrontar el COVID-19 están permitiendo que tanto autónomos y pymes del sector turístico como la gran empresa “estén en estos momentos protegidos”.
Maroto ha destacado en la rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, junto con la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que el sector turístico y también el conjunto de hostelería y restauración se está beneficiando de las medidas que ya ha aprobado el Gobierno y que están permitiendo que “nadie se quede atrás”.
A su juicio, todas las necesidades de liquidez del sector turístico están satisfechas con las líneas de créditos ICO por 40.000 millones de euros.
Maroto ha señalado que aunque, en estos momentos, lo que ocupa y preocupa es el abordaje de la crisis sanitaria, el Gobierno ya está definiendo distintos escenarios para que, una vez reactivada la desescalada de la economía, se pueda abordar cuáles son las pautas para poder volver a la normalidad y al disfrute del turismo.
La titular de Industria ve distintas etapas en la recuperación del turismo, la primera de las cuales será “indudablemente” la demanda nacional y, después, vendrá la internacional.
La ministra ha explicado que la salida de la crisis está siendo muy desigual, por lo que España depende de que otros países determinen cuáles son sus medidas de movilidad.
Todo calendario de reactivación está condicionado por la evolución de la crisis sanitaria y, por lo tanto, “cuanto antes tengamos el control de la pandemia, antes empezaremos a trabajar y vislumbrar distintas fases de ese desescalonamiento de la economía y en particular del sector turístico”, ha agregado.
La reapertura de actividades que no son esenciales ya se ha producido esta semana en España, y “estamos motorizando las plantas para ver que efectivamente esa correlación entre movilidad y contagios está totalmente controlada”.
Eso va a permitir ir reabriendo paulatinamente otras actividades no esenciales y, entre ellas, la hostelería, la restauración y el conjunto del sector turístico, pero siempre teniendo en cuenta premisas como el distanciamiento entre personas o las medidas de higiene.