EFE
El número de turistas que visitaron Marruecos entre enero y julio pasados ascendió a 6,5 millones de personas, lo que supuso un aumento del 8% respecto al mismo período del 2016.
Según las cifras comunicadas por el Ministerio de Turismo, el aumento principal se registró entre los turistas extranjeros (+13%), mientras que los marroquíes residentes en el exterior (MRE) tuvieron una subida de un 3%.
Prácticamente todos los emisores tradicionales de turistas (países europeos) han aumentado en el número de visitantes, pero los aumentos más llamativos son los de mercados emergentes, como los de China (+400%), Japón (+46%) o Estados Unidos (+23%).
También el número de pernoctaciones aumentó un 17% en esos siete primeros meses en los establecimientos “clasificados”, es decir, sin contar los alojamientos de plataformas del tipo de Air BbB.
Por último, los ingresos generados por la actividad turística supusieron 34.300 millones de dirhams (unos 3.000 millones de euros), en un leve aumento respecto al año anterior (32.900 millones de dirhams).
La publicación de estas cifras parece responder a las numerosas voces que estos días se alzan para alertar sobre el agotamiento del modelo turístico actual y la práctica imposibilidad de que se alcancen los objetivos de largo plazo marcados en la “Visión 2020”.
Esa estrategia pasaba por atraer a 20 millones de visitantes al año y situar a Marruecos entre los primeros 20 destinos del mundo mediante un modelo sostenible que privilegiase no solo el turismo de masas sino también el cultural, el ecológico y el intra-marroquí.