El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó que la posible cancelación de la construcción de Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) provoque en su país problemas financieros o una devaluación.
Mediante un vídeo en redes sociales, López Obrador dijo que “no va a suceder nada; para meter miedo se habla de que puede haber desequilibrios macroeconómicos, problemas en la Bolsa de Valores, devaluación ¿por qué? porque nos vamos a entender con las empresas contratistas”, dijo López Obrador.
EL político izquierdista, de 64 años, convocó a la población a participar en la consulta ciudadana, que se celebrará este fin de semana, para continuar o no con la construcción de la terminal aérea.
Dijo que “no son muchas las empresas que están trabajando en el lago de Texcoco, son cinco grandes empresas. Voy a hablar con los empresarios para garantizarles que van a seguir bien de sus contratos”, añadió.
Más tarde, durante su participación en la Cumbre de Negocios- Business Summit que concluye este martes en la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, López Obrador dijo que al arrancar su gobierno, el 1 de diciembre, implementará un plan de emergencia para disminuir la carga del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Cualquiera que sea la decisión (de la consulta) vamos a tener que intervenir pronto porque en caso de que se continúe con Texcoco se terminaría la construcción en 2024, y si se construyen las dos pistas en Santa Lucía cuando menos son tres años”, dijo a empresarios reunidos
“El actual aeropuerto ya no aguanta más y seguirá creciendo en número de usuarios y tenemos que implementar un plan emergente”, agregó el próximo mandatario mexicano.
Este plan estaría enfocado a desviar, en pocos meses, algunos vuelos al aeropuerto de Toluca, en el Estado de México, a unos 70 kilómetros de la capital mexicana, que tiene una demanda de 600.000 usuarios al año, pero con capacidad para recibir hasta ocho millones de pasajeros, apuntó.
López Obrador no descartó la posibilidad de que se puedan utilizar las terminales áreas de estados colindantes con la Ciudad de México como Puebla, Morelos y Querétaro para atender la saturación de su Aeropuerto Internacional.
Además, garantizó que respetará los contratos y las inversiones involucrados con el proyecto del NAIM en el lago de Texcoco, por lo que se reunirá con los empresarios antes de que se lleve a cabo la consulta popular para darles certeza al respecto.
Hace tres semanas, el futuro secretario (ministro) de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú explicó que se invertirán unos 3.000 millones de pesos (155 millones de dólares) para la reforma del actual aeropuerto capitalino y entre 1.000 y 2.000 millones (51 y 103 millones de dólares) para el de Toluca
La consulta ciudadana se celebrará entre el 24 y el 28 de octubre, en 538 municipios con 1.073 urnas, para que los mexicanos decidan si se paraliza la construcción de la nueva terminal, impulsada por el presidente de México saliente, Enrique Peña Nieto, y criticada por López Obrador.
Las opciones son continuar la construcción del aeropuerto en Texcoco, a 32 kilómetros de la capital mexicana, o cancelarla y la otra es construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, a unos 45 kilómetros de la Ciudad de México.