El Gobierno francés ha decidido desoír las críticas y lanzar un proyecto para crear una conexión rápida en tren entre París y su principal aeropuerto, Charles de Gaulle (CDG), con la promesa de que se hará “sin un solo euro de subvención pública”.
La promesa de que no se pagará con dinero público no convence a responsables políticos de las ciudades que atraviesa el actual tren de cercanías, incluido el Ayuntamiento de París, que temen que el tren rápido se haga en detrimento de la modernización de esa línea de cercanías que utilizan cientos de miles de personas cada día.
La ministra de Transportes, Elisabeth Borne, anunció que el contrato de concesión se firmará “en los próximos días” para que el CDG Express pueda entrar en servicio para los Juegos Olímpicos de París de 2024, en una entrevista este miércoles en “Le Parisien”.
El tren saldrá cada cuarto de hora de la Estación del Este de la capital y llegará al aeropuerto en 20 minutos, tras recorrer 32 kilómetros, 8 de los cuales serán de nueva creación, y tendrá un precio 24 euros por billete.
Eso supondrá un recorte del tiempo de trayecto de más de diez minutos respecto a la línea del tren de cercanías que conecta actualmente con el CDG, que sufre un alto nivel de saturación, realiza paradas intermedias en varias ciudades del extrarradio y tiene un precio de 10,30 euros.
Borne insistió en que el CDG Express “es necesario” para la ciudad y para toda la región teniendo en cuenta que cada día se desplazan hasta el aeropuerto 200.000 pasajeros y 90.000 empleados que causan atascos en las autopistas de acceso.
Ante las críticas, la ministra insiste en que el CDG Express “nunca” se pondrá por delante de “la prioridad de los transportes del día a día” y que tampoco hay “ninguna competencia en la financiación” porque el nuevo tren rápido se hará “sin un solo euro de subvención pública”.
Un 60 % de su coste (estimado en 1.800 millones de euros) se obtendrá con la recaudación de los billetes y el 40 % restante saldrá de las tasas aeroportuarias que pagarán los pasajeros del aeropuerto en sus billetes.
Los principales apoyos de esta infraestructura, que gestionará un consorcio formado por la empresa Keolis y la gestora del transporte metropolitano de la capital RATP, son la patronal francesa Medef, la Cámara de Comercio de París y profesionales del turismo