Casi 800.000 reservas de cruceros se han visto afectadas por la decisión del Gobierno de Estados Unidos de prohibir “sin advertencia alguna” los viajes a Cuba, informó este miércoles la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA en inglés).
En una declaración enviada a Efe, CLIA informa de la medida que entró en vigor hoy sin hacer un cálculo de los daños económicos ni juicios de valor, aunque sí resalta que afecta a unos viajes “previamente aprobados” por el Gobierno estadounidense.
“Sin advertencia, los miembros de CLIA están obligados a cancelar todos los cruceros a Cuba de manera inmediata”, dice la declaración enviada por CLIA.
La asociación indica que hay casi 800.000 reservas para viajes programados o ya en marcha a las que la decisión anunciada el martes ha afectado.
“Todas esas reservas se hicieron bajo un permiso general previamente emitido por el Gobierno de Estados Unidos (durante la Presidencia de Barack Obama) que autorizaba los denominados viajes ‘de pueblo a pueblo’ a Cuba”, señala CLIA.
El primer crucero autorizado a viajar a Cuba desde Estados Unidos en más de 50 años, el Adonia, de Fathom, una filial de Carnival, zarpó de Miami el 1 de mayo de 2016 con destino a La Habana.
Bajo las nuevas regulaciones, viajar a Cuba en crucero desde Estados Unidos es “ilegal”, dice CLIA, que asegura no tener control alguno sobre la situación creada tras la prohibición.
Las grandes compañías de cruceros, que el martes optaron por decir que estaban evaluando el alcance de las medidas, hoy comunicaron a sus clientes que no pueden enviar barcos a Cuba y que están buscando alternativas a ese destino.
Carnival Corporation, la principal firma de cruceros del mundo, envió un comunicado a Efe en el que afirma que los barcos de Carnival Cruise Line y Holland America Line ya no tienen permiso para tocar puertos en Cuba y lo mismo le sucede a Seabourn, otra de sus firmas, que tenía previsto iniciar viajes a la isla caribeña en noviembre de este año.
Los viajes a Cuba de Carnival le han costado además dos demandas judiciales en Miami por parte de particulares que son los herederos de las familias propietarias de instalaciones portuarias cubanas que fueron confiscadas tras el triunfo de la revolución en 1959.
Esas demandas son posibles tras la activación de algunos títulos de la ley Helms Burton por parte de la Administración Trump.
La compañía Virgin Voyages, que se preparaba para enviar cruceros a Cuba desde Miami, también respondió a una consulta de Efe por la situación creada a partir de la decisión de la Administración Trump.
“Estamos decepcionados por esta decisión”, señala una declaración de la compañía del magnate británico Richard Branson.
Virgin Travel está consultando con CLIA y las autoridades reguladoras para evaluar cómo estos cambios pueden impactar en los itinerarios que hacen escala en Cuba.