El astronauta alemán Reinhold Ewald, que participó en varias misiones Soyuz y fue jefe de la división de operaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha dicho a Efe que “llevar turistas a la Luna sería un desastre ecológico”.
Ewald, que ha viajado a Barcelona invitado por el CosmoCaixa, donde esta tarde pronunciará una conferencia sobre los retos que nos depara el espacio, ha explicado que, de momento, ve inviable llevar los residuos de la Tierra a la Luna porque “llevar un kilo de algo cuesta un millón de euros”.
Ewald (Mönchengladbach, Alemania, 1956), que es profesor de Astronáutica en la Universidad de Stuttgart, anima a los jóvenes a interesarse más por el Universo y subraya que la vida en el espacio es mucho más difícil que en la Tierra.
Pregunta.- Este año se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna. Desde entonces no hemos tenido grandes hitos en el espacio. ¿Estamos atascados en este aspecto?
Respuesta.- La llegada a la Luna fue un momento destacado de nuestra historia, pero no es un capítulo cerrado. Se tuvo que invertir mucho dinero durante 10 años hasta que se consiguió. Ahora mismo hemos tomado una dirección diferente.
P.- ¿Cuál es esta nueva dirección?
R.- Tras mucho tiempo de trabajo hemos creado una Estación Espacial Internacional, que sirve de centro de investigación de muchos países: Rusia, Estados Unidos, Canadá, Japón, la agencia europea… Trabajamos juntos, no los unos contra los otros, y no creo que haya ningún país que llegue por sí solo a Marte, por ejemplo. Ni tan siquiera China, que invierte mucho en este ámbito.
P.- ¿Qué opina de las críticas sobre la gran inversión de dinero en las misiones espaciales para el futuro, mientras hay otros problemas en este momento en nuestro planeta?
R.- ¡Los reyes de España invirtieron en Colón y mira qué sacaron de ello! Estas inversiones son necesarias para nuestro futuro, para que la sociedad crezca y tengamos nuevos conocimiento y tecnologías. No invertir en conocimiento que nos será útil en el futuro sólo porque en este momento tenemos otros problemas hace retroceder a la sociedad.
P.- ¿Cree que hay vida más allá de la Tierra?
R.- No me gusta la palabra creer porque tiene que ver con un instinto: me gusta más tener pruebas y estar seguro. Hemos visto que los planetas son algo común en el espacio y no una excepción, y además están a una distancia adecuada del Sol. Estoy bastante seguro de que hay vida más allá de la Tierra. Sin embargo, no creo que llegue a ver ningún marciano en la vida.
P.- ¿Es viable enviar nuestros residuos al espacio?
R.- ¡Venga, por favor! Mejor que nos ocupemos de nuestros residuos aquí. Ir al espacio nos permite ver qué podemos mejorar en la Tierra. Por ejemplo, cuando estábamos en la estación espacial, reciclábamos casi el 95 % del agua.
P.- ¿Cree que habrá la posibilidad de ir de vacaciones a la Luna?
R.- Estoy seguro que pasará. Mientras no interfieran con la investigación… Eso sí sería un desastre ecológico, ya que, para enviar a una persona al espacio, se necesitan 300 toneladas de combustible, y muchas más si se quiere llevar a la Luna.
P.- Sólo podrían permitírselo los más ricos…
R.- Enviar 1 kilogramo al espacio cuesta alrededor de un millón de euros. Imagina un hombre normal de 80 kilos. Y eso sin contar la vuelta. Ya hay algunas empresas que ofrecen llevar algún kilo de alguna cosa en las naves espaciales a cambio de dinero.
P. ¿Qué es lo que más recuerda de sus misiones en el espacio?
R.- La cooperación entre todos. Compartía cohete con tres rusos y un americano. Yo tenía mi equipo en Múnich y ellos los suyos en sus respectivos países, pero no competíamos por los descubrimientos, estábamos centrados en investigar el espacio y en sacar lo mejor de la experiencia