El norte de España está lleno de rincones llenos de encanto por recorrer. Pueblos, parques nacionales, reservas de la biosfera… entornos ideales para recorrer sobre cuatro o dos ruedas en una apasionante road trip.
Da igual que te acabes de sacar el carné de conducir o que tengas a tus espaldas 30 años de experiencia.
Sentarte al volante a conducir por parajes que no conoces, descubrir nuevos pueblos, nuevos rincones, nuevos monumentos, y particularmente por el norte de España, sin duda merece la pena.
Además no son distancias ni tramos muy descabellados. Se trata de una ruta para hacer en coche de forma cómoda y plácida.
No os vamos a brindar un recorrido de miles de kilómetros y lugares escondidos. Se trata de etapas en coche, ideales para el otoño, por el norte para disfrutar.
España es un país de contrastes, es una nación donde descubrir un nuevo mundo a cada kilómetro que se recorre. Pero si hay una zona ideal para visitar durante el otoño, esa es el norte.
El verde gallego
Galicia es la máxima expresión de la frondosidad natural y arbórea del norte de España. Proponemos una ruta litoral que comenzaría en la localidad de A Guarda¸ en la provincia de Pontevedra.
Entre sus lugares destacados señalamos el Monte de Santa Tecla¸ donde podremos contemplar un genuino castro galaico, destacado con el distintivo de Monumento Histórico Artístico.
Si gana algo más de altura, en ese mismo paraje, podrás gozar de unas vistas espectaculares de la desembocadura del Miño, así como del fiero Atlántico, los montes gallegos y lusos.
Desde ahí se conduce por una agradable carretera hasta la boca de la ría de Vigo, donde, previa compra con antelación de billetes por la limitación de visitas diarias que tiene, se podrá gozar de una visita a las Islas Cíes.
Otra parada obligatoria es la playa de Rodas, aún en Vigo, considerada por el diario británico The Guardian, como una de los “mejores arenales del mundo”.
El archipiélago es parte del conjunto del parque natural de las Islas Atlánticas.
Tras esto iremos camino al fin de la tierra. Directos a uno de los confines del norte de España. No es otro que el Faro de Finisterre, el punto más importante e icónico de la Costa de la Muerte, límite septentrional de las Rias Baixas.
Mucho en el ojo en el coche ya que el siguiente tramo, dirección Asturías, no goza precisamente de las mejores vías de circulación.
La prudencia al volanete se paga con, quizás, las mejores vistas hasta el cabo Villano.
Otro parque natural donde hacer una pequeña parada en el camino es el de Fragas del Eume.
Aquí el verdor y la frondosidad de los árboles lo embriagan prácticamente todo. Hablamos de 9.000 hectáreas de zona protegida donde perderse y estirar un buen rato las piernas hasta el siguiente tramo de coche.
Hay que establecer un punto y final a la ventura gallega, y nosotros elegimos la playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo). Acantilados de hasta 50 metros componen un paisaje de enorme belleza y singularidad.
Asturias, joya de la biosfera
Tras recorrer la costa de Galicia, toca adentrarse en el corazón de Asturias para subir un grado más en la belleza del verdor del paisaje.
No hablamos por hablar, ya que más de un tercio del territorio de esta comunidad autónoma está protegida.
La primera parada tras unos cuantos kilómetros de marcha sería el parque Natural de Somiedo, un paraíso de 29.000 hectáreas que abarca la sección central de la cordillera cantábrica.
Un lugar ideal para poder disfrutar de la rica fauna y flora autóctona, así como de una calidad en el aire, de los más puros del país.
Si aún te quedan más ganas de parques naturales, puedes hacer otra para en el parque de Las Ubiñas, o de la La Mesa.
Y si con esto, aún tienes sigues con la obsesión de perderte entre árboles, te recomendamos conducir hasta el sur hasta Cangas de Onís, zona de gran belleza y la llave a la parte asturiana de los míticos Picos de Europa.
En este enclave se encuentran los Lagos de Covadonga, un paisaje de enorme belleza y pureza.
Recuerda que se puede acceder a esa zona en vehículo propio. Una vez dentro del parque tendrás acceso a sus numerosos senderos y vías, así como a realizar el descenso del mítico Sella, uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Cantabria y sus montañas
En nuestra ruta hacia el este, pisamos suelo cántabro. Una orografía compuesta casi en exclusiva por formaciones montañosas.
La primera parada que recomendamos es la Cueva de El Soplao, con más de 20 kilómetros de longitud, es considerada única en su especie a nivel global debido a la cantidad y calidad de formaciones geológicas que allí se pueden contemplar.
Tras salir de las profundidades de la tierra destacamos una parada para admirar el exterior en el mirador de Santa Catalina.
Situado sobre el desfiladero de la Hermida, se trata de una panorámica de gran belleza muy susceptible de fotografiar.
Después del empacho de vistas, recomendamos ruta de los pueblos en lugares de gran personalidad como Potes o Fuente Dé. En este último es imprescindible conocer su teleférico para poder alcanzar los picos de la cordillera.
Por ultimo nos dirigiremos al Parque Natural de las Dunas de Liencres, para finalmente ir dirección a la Costa Quebrada, a apenas 15 kilómetros de la capital Santander.
A menos de un cuarto de hora de conducción se puede disfrutar del Parque natural de Cabárceno, punto muy importante en cualquier ruta en coche por el norte de España que se precie.
Última parada: País Vasco
Para terminar, y no por ello menos interesante, vamos a recomendar algunas paradas en parques naturales del País Vasco.
Tras una breve visita a Bilbao, pondremos rumbo a la costa de Bakio para visitar Urdaibai, un importante humedal reserva de la biosfera, donde un gran número de aves migratorias encuentran un lugar de descanso en sus trayectos vitales.
Tras este, muy cerca de Guernica, llegaremos al parque natural de Urkiola, con más de 5.000 hectáreas de paisaje montañoso de enorme belleza.
Tras salir de este enclave, a muy pocos metros, se encuentra el parque natural de Gorbea, el mayor en hectáreas bajo protección con 20.000 hectáreas de terreno protegido. Se trata de uno de los pocos bosques donde se puede contemplar al lobo ibérico.
Tras llegar a Vitoria-Gasteiz, el camino debe llevarnos al parque Aizkorri-Aratz, auténtico corredor natural entre los Pirineos y la cordillera Cantábrica.
En este lugar encontraremos el punto más elevado de toda Euskadi, a casi 1.500 metros sobre el nivel del mar.
Tras pasar por Eibar, dirección a Deva, nuestra siguiente parada será la cueva de Ekain¸ declarada patrimonio de la humanidad por las pinturas que alberga en su interior.
Como meta de esta ruta en coche por el norte de España¸ disfrutaremos de todos los encantos de San Sebasitán. Una capital cultural y gastronómica donde acabaremos esta pequeña odisea contemplando la playa de la Concha.
Considerada como uno de los mayores tesoros turísticos de España, ha sido destacada como la sexta mejor playa del mundo según los prestigiosos Traveller´s Choice de 2017.