La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha cancelado un total de 212 vuelos previstos para mañana, muchos de ellos con origen o destino en España, por una huelga de controladores aéreos en Francia, informa en su página web.
La compañía con sede en Dublín, que ya ha suspendido miles de vuelos hasta marzo de 2018, por una mala planificación de las vacaciones de sus pilotos, advierte de que el paro laboral puede acarrear suspensiones adicionales o retrasos.
La empresa pide a los pasajeros que consulten el estatus de sus vuelos y, en caso de cancelación, ofrece reembolsos o cambios de fecha y ruta.
“Ryanair se disculpa sinceramente por las molestias causadas por estos trastornos injustificados de los controladores del tráfico aéreo, que están totalmente fuera de nuestro control”, afirma.
Entre los aeropuertos españoles afectados están los de Alicante, Barcelona El Prat y el de Palma, así como los de Barajas (Madrid), Málaga, Murcia, Ibiza, Valencia y Reus.
La compañía líder en Europa del sector de bajo coste ya anunció el 27 de septiembre una reducción de sus vuelos de la temporada de invierno, cuando dejará de operar 25 de los más de 400 aviones que componen su flota, lo que afecta a 18.000 vuelos y a 400.000 pasajeros.
Ryanair había comunicado además el 15 de septiembre la suspensión de otros 2.100 vuelos durante seis semanas, debido al citado error en la distribución de las vacaciones de los pilotos.
El consejero delegado, Michael O’Leary, ha insistido en que la situación no está provocada por una falta de pilotos, sino por los fallos cometidos en la elaboración de los cuadrantes de trabajo, al tiempo que ha estimado en unos 20 millones de euros el coste de las devoluciones, reubicaciones y compensaciones a los afectados.
Pese a negar una fuga de profesionales, O’Leary ha escrito una carta a sus pilotos para ofrecerles incrementos salariales y mejoras en las condiciones laborales, a fin de que se queden en la empresa.
Por otra parte, el sábado se anunció que dimitía de su puesto el director de operaciones, Michael Hickey, responsable de elaborar los cuadrantes de los pilotos, el primer cargo que se va de la aerolínea tras el estallido de la crisis interna.