El sector turístico español, especialmente el costero, afronta el verano con Turquía y los destinos del norte de África como principales competidores ya que, según diversos estudios, mercados como el otomano están provocando una fuga de reservas desde el Reino Unido y Alemania.
Sin embargo, el auge de nuestros competidores del Mediterráneo no parece que vaya a ser problema para que España alcance durante este período estival números récord.
Las previsiones del Gobierno prevén la llegada a España de 30,4 millones de turistas extranjeros coincidiendo con el tercer trimestre del año, lo que supone alcanzar la cifra histórica más alta y un aumento del 2,1 % con respecto al mismo período de 2017.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo también confía en un crecimiento en el gasto que realizarán estos turistas y que espera que se eleve un 4,1 % hasta los 34.000 millones de euros.
De cumplirse estas previsiones, España superará por primera vez la barrera de los 30 millones de turistas extranjeros recibidos en el trimestre estival.
Estas buenas perspectivas redundarán también en el empleo del sector turístico, que según el sindicato CCOO, crecerá este verano un 3 % con respecto a 2017 y alcanzará los 274.792 trabajadores. CCOO, que prevé que visiten España 46,8 millones de personas, considera que en su mayoría serán extranjeros, un total de 25,6 millones, lo que representa un aumento del 3,5 %.
Los crecimientos también serán una tónica en el número de pernoctaciones que, según el sindicato, podría alcanzar este verano los 168,6 millones, el 2,3 % más.
A pesar de estas estimaciones, según indica un análisis elaborado por Mabrain Technologies en colaboración con Interface Tourism Spain, las reservas de los turistas procedentes del Reino Unido y Alemania en zonas de la costa turca registran aumentos superiores al 80 %.
El mismo estudio también señala como punto a su favor que el precio medio de los hoteles turcos es “significativamente” inferior al del mercado español, con diferencias que llegan incluso hasta el 73 % en la categoría de tres estrellas en Baleares, la zona con los alojamientos más caros entre los destinos nacionales.
Fuentes del sector hotelero que operan en España se muestran cautas a la hora de valorar el perjuicio que puede provocar, de nuevo, el auge de países como Turquía, Egipto, Túnez y Marruecos, aunque sí que admiten que puede afectar a un perfil de turista familiar, fuertemente motivado por el precio y que busca un buen servicio y disponibilidad.
En este sentido, en los primeros cuatro meses del año, el número de turistas extranjeros que visitaron España creció un 2,3 %, frente al 11,6 % que lo hizo en 2017, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), una desaceleración que Exceltur justificó, entre otras razones, por la recuperación de los países competidores del Mediterráneo.
En líneas generales, el cliente español sigue apostando por las Islas Baleares y Canarias como destinos estrella, según informes de tendencias elaborados por Liligo.com y Viajes Carrefour, aunque el último apunta que la mayor estabilidad política en los países mediterráneos y sus precios han permitido recuperar su atractivo turístico para los viajeros españoles.
Estambul aparece como el noveno destino de media distancia más popular para este verano entre los usuarios nacionales, cinco puestos más arriba que en la clasificación de 2017, según el análisis de Liligo.com.
Un informe del buscador de viajes Kayak también destaca que los destinos nacionales continúan siendo los favoritos para los clientes españoles. En este sentido, el estudio indica que los lugares de costa son los preferidos para los viajes largos, mientras que destinos urbanos como Madrid, Barcelona y Granada se imponen en las escapadas de pocos días.
En cuanto a los viajes a las Islas Canarias y Baleares, fuentes de la cadena hotelera Palladium indican que más del 70 % de los viajeros tiene entre 18 y 50 años, con predominio de las parejas (70 % en casos particulares como Ibiza) sobre las familias.
Las estancia media en destinos como Ibiza es de 5,2 noches a un precio de 265 euros por habitación, mientras que en otros como Tenerife es de 5,7 noches (195 euros).
El sector turístico no solo se muestra optimista con la ocupación en sus hoteles, sino que también espera cifras históricas en sus cámpines, en los que se prevé que se alojen este verano 4,5 millones de viajeros, tanto nacionales como extranjeros, una cifra récord desde 2001 y que supera en 840.000 personas a la del pasado año.
Para financiar los viajes, los turistas españoles son los cuartos más predispuestos a pedir un crédito a nivel europeo, solo por detrás de los irlandeses, los polacos y los británicos, según Intrum, que señala que cuatro de cada diez españoles destinan una parte de sus ahorros mensuales a viajar. EFE