La ciudad de Sevilla ha sido nombrada como primer destino turístico de España y quinto de Europa por la revista Travel+Leisure.
Sevilla, la capital de Andalucía está más de moda que nunca, una ciudad que sabe aunar como pocas modernidad y tradición y que en los último años ha apostado por una potente agenda cultural.
El reciente empujón turístico por parte de la citada publicación la sitúa delante de ciudades como Barcelona, Cracovia, Lisboa, Siena o San Sebastián y se basa en opiniones y experiencias de los propios viajeros.
El reconocimiento se suma al de Lonely Planet o The New York Times y a su consideración como el mejor destino español para congresos, así como a la elección de grandes citas profesionales, entre ellas la WTTC, o para acoger las ceremonias del cine europeo y español. Veamos cuales son los secretos de esta ciudad que embruja el alma de quienes la visita.
Joyas arquitectónicas: El Real Alcázar, la Giralda y la Catedral
Mundialmente La Giralda de Sevilla es una torre de unas dimensiones incomparables si se tiene en cuenta su época de construcción que se fecha entre los siglos XII hasta el XVI. Se trata de una torre que combina diferentes estilos arquitectónicos, de diferentes civilizaciones y desde cuyo mirador puede contemplarse una preciosa vista de la ciudad mientras que a sus pies se extiende el Patio de los Naranjos y la mayor Catedral Gótica que existe.
Una catedral que deja perpleja en cuanto a sus dimensiones. Una de las obras más destacadas de la historia es su retablo mayor si bien también destaca por su popularidad el mausoleo donde descansan los restos de Cristóbal Colón.
Muy cerca de esta belleza gótica se extiende el Real Alcázar de Sevilla que reúne un conjunto único en el mundo. Se trata de un recinto amurallado que ha servido de residencia para reyes de diferentes épocas que fueron dejando su legado arquitectónico. Se trata del palacio fortificado en activo más antiguo de Europa ya que en la actualidad sigue siendo residencia oficial de los Reyes de España.
No podemos olvidarnos de la segunda torre más conocida de la ciudad. Está situada en la orilla izquierda del Río Guadalquivir junto a la Plaza de Toros de la Maestranza y mide 36 metros. Se dice que debe su nombre a los reflejos que provocaba en la antigüedad cuando estaba recubierta de azulejos.
Triana: República Independiente
Con el arte y salero que caracteriza a los Sevillanos estos defienden con fervor la existencia de una ‘república independiente’ en Sevilla, se trata del peculiar barrio de Triana. Un viaje a lo auténtico donde el arte se percibe en cada rincón, no en vano se dice que es aquí donde nace el germen del arte cerámico y del flamenco. Un barrio nacido al otro lado del río y que ha sido cuna de célebres artistas.
Uno de los puntos más concurridos del barrio es su Plaza de Abastos y Espacio Gastronómico en cuyos bajos se encuentran los restos del Castillo de San Jorge. Un lugar donde comprar fresca materia prima o tomar un café con impresionantes vistas al Guadalquivir.
Escuelas de flamenco, bares que hablan de devoción religiosa y tradición y unos ciudadanos que se autodenominan ‘Trianeros’ dan forma y color a esta peculiar zona de Sevilla.
El barrio laberíntico: Santa Cruz
En pleno centro de Sevilla el turista se ve sorprendido por el laberíntico barrio de Santa Cruz, un entramado de calles, plazas y paisajes con olor a azahar que te transportará a otro tiempo.
Pasearás por escenarios en los que se asentaba la antigua judería de Sevilla y que alberga la calle más estrecha de la ciudad, llamada la calle de los besos ¿Adivinas por qué?
En él se esconde además una joya mundial del Barroco: el Convento de los Venerables. Es un edificio del siglo XVII que sirvió como residencia de sacerdotes y sufriría el expolio durante la invasión francesa, siendo posteriormente parroquia y museo de Semana Santa.
Gastronomía de pescaíto frito y tapas
Dice una tradicional canción española que Sevilla tiene un olor especial…y nosotros añadimos que también un sabor.
Muy famosas son sus freidurías de pescaíto frito que se sirve en formatos desenfadados como cartuchos de papel y que contienen bacalao, merluza, boquerones…La cocina sevillana del mar se caracteriza por el tradicional “adobo” un aliño que se utiliza sobre todo en el cazón.
Lo expuesto es sólo una muestra de todo lo que ofrece esta capital cuya vida nocturna bulle igual de intensa que la diurna en zonas como la ‘Alameda’ o en el mayor casco histórico de España, lleno de rincones de ocio y diversión.