Las canteras de Marbella, en su completa belleza y esplendor, se postraron ante el espectáculo ofrecido por el artista onubense el pasado viernes 25 de agosto en el marco del StarLite 2017.
Y es que no fue para menos, el concierto completaba un ciclo de dos actuaciones en el prestigioso evento veraniego. Tras completar aforo en apenas unas horas desde la puesta a la venta de las entradas del primer concierto para el mes de Julio, se dispuso un nuevo concierto con latidos a broche de gala y cierre de los ya numerosos artistas que han desfilado por las tablas de Starlite 2017.
Desde el inicio, ya Manuel, dejaba claras sus intenciones desplegando sus ‘Tambores de guerra’, no dejando marinero ni barco en puerto. Esta tempestad de sonido y ritmo no hacía más que empezar, un recopilatorio de canciones, alentadas al aire y acogidas con la pasión de fans enamorados de las canciones del artista.
Canciones como, ‘Bailar el viento ‘, ‘Sabrás’ , ‘Yo quiero vivir’, ‘ Que nadie ‘, y así una larga lista en la que se intercalaron varias sorpresas en la noche como algunas coplitas con el tono más flamenco, sintiendo el sonido de la guitarra en mano como se hacía antes, dedicadas a Marbella o la mención especial a Pablo Ráez , un jovencísimo y luchador marbellí que nos dejó este año a causa de la Leucemia.
Acompañado por el artista Carlos Torres, artista de ‘La Voz’, hizo sonar ‘ Y ahora’ uno de las canciones esperadas en la noche.
Otro de los momentos más conmovedores de la velada y que contagió de magia a los asistentes fue el tema ofrecido a la reciente paternidad del artista, aquí fue cuando le dedicó ‘Pequeña sonrisa sonora’ a su hija Chloe de apenas dos meses.
Manuel volvió emocionar y enamorar una vez más a las miles de personas que despedían el concierto saboreando uno de sus temas más emblemáticos, ‘Siendo uno mismo en cualquier parte’, con el que despidió un concierto que por seguro será recordado por todos los fans y asistentes.