Los expertos y organismos internacionales llevan años advirtiéndonoslo. El ritmo de consumo de carne animal actual no es sostenible y además causa graves problemas al planeta y a sus especies. La posibilidad de ingerir insectos comenzó a ser un rumor hace ya décadas mientras que en los últimos años ha evolucionado hacia un producto ya comercializado que se presenta como una opción eficaz contra el hambre mundial y que proporciona los valores de proteínas necesarios.
Se trata de razones de peso que van unidas a los beneficios a nivel ecológico y de salud para los consumidores que, sin embargo, se resisten a probar los insectos ya que culturalmente no estamos acostumbrados a ello.
La Organización de Naciones Unidas elaboró ya en 2013 un completo informe en el que aconsejaba el consumo de éstos y recordaba que el mundo ya se consumen más de 1.900 especies de insectos como escarabajos, orugas, abejas, avispas u hormigas entre los más comunes.
Además de su valor proteico (que puede alcanzar hasta un 43% frente al 20% de la ternera) cabe destacar su elevada proporción de “grasas buenas” y la facilidad para su cría (no necesitan apenas cuidados en comparación con una cría de vacuno por ejemplo).
El ahorro de agua, hasta mil veces menos por kg, es otro de los puntos fuertes de esta nueva vertiente gastronómica que además cuenta con la ventaja de que estas especies (por ahora) no están en peligro de extinción.
¿A qué saben?
Esta es la gran incógnita para muchos si bien quienes los han probado aseguran que su sabor no tiene nada de asqueroso. Comparan el sabor de algunas larvas con el del bacon mientras que los grillos tostados serían lo más parecido a unas pipas.
Muy pronto seremos capaces de probarlos directamente del supermercado. En España está previsto que este año se comercialicen barritas energéticas elaboradas con harina de insectos. Bajo el nombre de Insecfit, ha nacido una start-up pionera apoyada por el presidente de Mercadona, Juan Roig y que pretende hacerse un hueco en el mercado.
El pasado 1 de enero entró en vigor en España la comercialización de insectos como alimentos que ya se venden en seis países Europeos (Bélgica, Reino Unido, Holanda, Austria, Dinamarca y Finlandia).
Ahora que sabes que la pregunta no es cómo si no cuándo… ¿Estás dispuesto a ir descubriendo estos nuevos sabores y texturas?