Las acciones del operador turístico británico Thomas Cook han llegado a caer hoy más de un 30 % en la Bolsa de Londres, después de anunciar una revisión a la baja en su previsión de beneficios para 2018, por segunda ocasión en dos meses.
La compañía indicó en un comunicado que espera obtener un beneficio operativo de 250 millones de libras (281 millones de euros) en el año hasta septiembre, 58 millones de libras menos que en ese mismo periodo en 2017 (65 millones de euros).
Thomas Cook, el tercer operador turístico del Reino Unido en volumen de viajeros y el primero en la venta de reservas por internet, también informó hoy de que el accionariado no recibirá todo el dividendo previsto anteriormente para el presente ejercicio fiscal.
La revisión de resultados provocó una caída del valor de sus títulos de hasta el 31 % poco después de la apertura del parqué londinense, si bien recuperaron terreno y cotizaban a 36,76 peniques a las 12.30 horas GMT, el 24 % menos.
El consejero delegado de Thomas Cook, Peter Fankhauser, explicó que el tiempo excepcionalmente cálido que se registró en el norte de Europa este verano llevó a muchos clientes a retrasar la reserva de vacaciones.
Asimismo, el directivo recordó que la compañía, que cotiza en el índice secundario FTSE-250 de la capital británica, ha hecho frente en los últimos meses a “coste adicionales” provocados por las “interrupciones de vuelos” en Europa y cancelaciones de deudas contraídas por hoteles, entre otros factores.
“De cara al futuro, debemos aprender las lecciones de 2018 y afrontar el próximo año con el objetivo de identificar la áreas en las que podemos marcar la diferencia para nuestros clientes respecto a nuestras ofertas vacacionales”, dijo Fankhauser.
Thomas Cook ya anunció el pasado septiembre que preveía obtener en este ejercicio fiscal un beneficio operativo de 280 millones de libras (312 millones de euros), frente a los 323 millones de libras (360 millones de euros) que había pronosticado anteriormente.