La compañía nacional de ferrocarriles de Francia SNCF informó ayer de que hoy el tráfico de trenes estará “muy afectado” en el país debido a la huelga de los empleados de la empresa, que dejará las conexiones con España al 50 %.
“La jornada de mañana será muy difícil para nuestros clientes y para los ferroviarios vayan a trabajar. Esperamos, de hecho, un agravamiento de las movilizaciones”, alertó la empresa, quien avisó que puede haber actos violentos y bloqueos que dificultarán la jornada.
En la décimo octava jornada del paro laboral contra la reforma en el sector, la compañía detalló mañana que solo uno de cada dos trenes con destino a España circulará.
Esta proporción es mejor que la comunicada para la huelga que transcurrió ayer, cuando la SNCF había informado de la anulación de todos los enlaces con España.
En las otras conexiones ferroviarias de Francia con el extranjero, se verá especialmente afectada la de Italia (todos anulados) y la de Suiza (un tren de cada diez), mientras que con Alemania será mejor, pues solo se cancelará un tren de cada diez.
En los Thalys, que enlazan ciudades de Francia, Bélgica, Holanda y también Alemania, el tráfico será “casi normal”, mientras que será que los Eurostar, que conectan con el Reino Unido, se cancelará un tren de cada cinco.
Los Transilien, que comunican la periferia parisina, funcionarán un tren de cada tres y los regionales (TER), también uno de cada tres.
Los trenes de alta velocidad (TGV) estarán operativos uno de cada tres y los de largo recorrido Intercity uno de cada cinco.
La huelga comenzó el pasado día 3 de abril, a razón de dos días por semana, y está prevista hasta el 28 de junio próximo.
Esta semana, el Ejecutivo francés se mostró abierto a negociar algunos elementos de la reforma, en particular la asunción de buena parte de la deuda y las futuras reglas laborales, con la esperanza de romper el frente sindical y poner fin a la sucesión de huelgas que han generado costos a la empresa y transtorno a los ciudadanos.
Los sindicatos se han alzado principalmente contra la modificación en el estatuto laboral de los empleados y temen que el proyecto gubernamental, aprobado en la Asamblea Nacional el 17 de abril, es el paso previo a su privatización.