El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recomendó este lunes al gigante aeronáutico Boeing que arregle y cambie el nombre de sus 737 MAX, después de que dos aeronaves de ese modelo hayan sufrido accidentes causando centenares de fallecidos.
“Si fuera Boeing, arreglaría el Boeing 737 MAX, agregaría algunas funciones adicionales y cambiaría la imagen del avión con un nuevo nombre”, apuntó Trump en su cuenta oficial de Twitter.
“Ningún producto ha sufrido tanto como éste”, añadió el mandatario.
Trump ha trabajado estrechamente en las últimas semanas con Boeing tras el accidente, el pasado 10 de marzo, de un 737 MAX de la aerolínea Ethiopian Airlines, que se estrelló y dejó 157 pasajeros fallecidos.
Días después de la catástrofe, el presidente ordenó la suspensión de los vuelos de los Boeing 737 MAX 8 y 9, y habló con el consejero delegado de la compañía, Dennis Muilenburg, para abordar la crisis.
El propio Muilenburg reconoció hace dos semanas la similitud entre los fallos técnicos que afectaron a los 737 MAX accidentados en Etiopía e Indonesia, en octubre de 2018, y el “alto volumen de trabajo” al que se pueden enfrentar sus pilotos.
Tras la divulgación de un informe preliminar de la investigación del vuelo 302 de Ethiopian Airlines, el máximo ejecutivo de Boeing señaló que “es aparente que en ambos vuelos” el sistema de control conocido como MCAS se activó en respuesta a una información “errónea” del ángulo de ataque.
Las primeras investigaciones sobre el siniestro del 737 MAX 8 en Etiopía muestran que la tripulación siguió todos los procedimientos de seguridad, pero no pudo desactivar el software de control automatizado que hizo descender a la aeronave.
Este accidente fue el segundo en pocos meses de un 737 MAX, después de que en octubre de 2018 fallecieran 189 personas en otro siniestro en Indonesia.
El diario The New Tork Times informó la semana pasada de que la Autoridad de Aviación Estadounidense (FAA, en inglés) no revisó debidamente dos cambios en el software de control de los Boeing 737 MAX que fueron cruciales en los siniestros de Indonesia y Etiopía, aunque sabían de las modificaciones en el sistema MCAS