Túnez empieza ver cómo los turistas vuelven al país, después de la terrible caída que provocaron en el sector turístico, que aporta el 7 % del PIB del país y da empleo a 400.000 personas, los ataques terroristas que causaron la muerte a más de medio centenar de turistas en el año 2015.
Ese año en sendos atentados terroristas, cometidos en un complejo turístico de Susa y en el Museo Nacional del Bardo, murieron 57 turistas, pero en 2018 el turismo a Túnez se ha recuperado con fuerza.
Según los datos facilitados por el ministro de Turismo y Artesanía de Túnez, René Trabelsi, durante la última Feria Internacional de Turismo (Fitur), en 2018 su país recibió 8,3 millones de viajeros, un 20,5 % más que en 2017.
Las previsiones gubernamentales apuntan un crecimiento de un millón de turistas anuales y volver a las cifras de recepción de visitantes de 2010 en el corto plazo.
La recuperación del turismo europeo en Túnez ha sido significativa, de un 42 %, hasta los 2,4 millones de visitantes, con Francia, Alemania, Reino Unido e Italia como principales países emisores.
Los alemanes, una de las nacionalidades con más víctimas en el atentado de Susa, están regresando a Túnez a hacer turismo y no sólo se incrementan sus reservas, sino que hay turoperadores que alquilan hoteles completos.
También están volviendo los británicos, cuya cifra fue en 2018 el doble que el año anterior, y para 2019 la aerolínea Easyjet tiene planes de ofrecer vuelos a Túnez.
Aunque el principal objetivo de Túnez es recuperar el mercado europeo, el país también está empezando a ser elegido como destino por turistas de países más lejanos.
En 2018 visitaron Túnez 600.000 rusos, mientras que el turismo chino ha aumentado y se ha reforzado el canadiense.
Sin embargo, el retorno del turista español a Túnez está siendo más lento y en 2018 llegaron cerca de 20.000 visitantes españoles, un 24,9 % más que en 2017, una cifra aún muy lejana a los 85.000 que llegaron al país norteafricano en 2010 para hacer turismo.
No obstante, los responsables turísticos tunecinos estiman que en 2019 la cifra de turistas españoles se puede doblar, sobre todo si se refuerzan las conexiones por avión, como ya está ocurriendo.
Air Europa volvió el año pasado a Túnez y ofrece diez vuelos semanales, a lo que se une que cadenas hoteleras españolas aumentan su apuesta por el país, como prueba que Vincci ha reforzado su presencia en Túnez e Iberostar ha vuelto a alquilar hoteles.
La confianza de los turistas en Túnez como destino se va recuperando, algo que el ministro tunecino de Turismo atribuye a los grandes esfuerzos que ha hecho su país en materia de seguridad.
Trabelsi ha señalado que los desiertos “vuelven a ser seguros para los turistas” y si se observan los mapas, las zonas marcadas en rojo, que indicaban que eran peligrosas, han desaparecido.
En Túnez se aplican actualmente medidas de seguridad en las zonas turísticas que “hay que seguir a rajatabla”, según el ministro, que ha señalado que el Gobierno no autoriza la apertura de hoteles que no tengan sistemas de seguridad con cámaras y una vigilancia constante en el establecimiento, así como en la puerta de los hoteles.
Además, en los aeropuertos tunecinos no hay sólo detectores de metales en las zonas de embarque, sino también en la entrada a las instalaciones.