El valor por habitación de un hotel de cuatro estrellas en Barcelona ronda los 300.000 euros, mientras que en Madrid es de 180.000 euros, el 66,6 % menos, según datos de la Tinsa, que centra la comparativa entre las ciudades en estos establecimientos por ser los más numerosos de la muestra en ambas.
Según el estudio elaborado por la tasadora, el valor medio en Barcelona tradicionalmente ha superado con creces el de la capital pero esta diferencia se habría visto acentuada sin duda por la moratoria hotelera en la Ciudad Condal, ha explicado hoy el director del Servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil.
Sin embargo, ha advertido, Barcelona es susceptible de ser más sensible a eventuales amenazas (incidencia de la propia normativa hotelera, incertidumbre política, etc.), mientras que en Madrid se prevé un escenario más seguro y estable.
Según el informe sectorial elaborado por Tinsa, los hoteles de 5 estrellas, más expuestos a los ciclos económicos que otras categorías, se revalorizaron una media del 10 % en 2018, en tanto que el valor de los de cuatro estrellas subió el 4 % y el de los de 3 estrellas cayó el 7 %.
Pese a la previsible ralentización de la actividad turística y el crecimiento económico durante 2019, Tinsa considera que los activos hoteleros seguirán revalorizándose moderadamente este año, hasta un 5 % de media en el caso de los establecimientos de 5 estrellas y alrededor del 2 % en los de 4 y 3 estrellas.
De vuelta a 2018, el valor medio por habitación (valor medio de un activo a partir de ingresos y gastos de la explotación del negocio, dividido por el número de habitaciones) fue de 171.625 euros en los hoteles de 5 estrellas; de 128.604 en los de 4; y de 83.217 en los de 3.
Por áreas geográficas, los hoteles de 5 estrellas en la costa mediterránea fueron los que registraron un mejor comportamiento en 2018, con una revalorización del 22 % (184.574 euros/habitación), seguidos de los establecimientos de esta misma categoría en las islas (+19 %), y los activos de 4 estrellas en las capitales, grandes ciudades y áreas urbanas (+4 %).
La mejor evolución de la máxima categoría refleja que los establecimientos más exclusivos son los que más acusan los ciclos económicos, tanto al alza como a la baja.