Vancouver, la joya de Canadá

Vancouver, la joya de Canadá

Siempre ha dicho que Canadá es una nación que ha sabido metabolizar en su ADN lo mejor de Estados Unidos y lo mejor de Europa. Un lugar abierto, tolerante y moderno donde Vancouver es una ciudad con gran responsabilidad en esta visión idílica y positiva en el resto del planeta. Lookout Pro se ha dado una vuelta por sus calles, así como por la vecina localidad de Whistler, un auténtico paraíso natural para los amantes de la nieve.

La ciudad, situada en el suroeste de la provincia denominada como Columbia Británica, es la tercera urbe en importancia del país tras Toronto y Montreal.

Con una población con no más de 610.000 habitantes, Vancouver es un valor recurrente y fijo en diversas clasificaciones y rankings de las mejores ciudades con mayor calidad de vida del mundo.

La urbe, que recibe su nombre en honor al militar y explorador George Vancouver, tiene también la vitola de ser una de las más seguras del planeta con unas tasas de criminalidad sorprendentemente bajas. Y eso que, al igual que en su vecino del sur, los Estados Unidos, la posesión de armas es totalmente legal para la mayoría de la población.

Las estampas que ofrecen esta ciudad bañada por el Pacífico son sencillamente espectaculares. Recomendamos un paseo por English Bay, la palaya más famosa de la ciudad, así como una visual del perfil del popular Canada Place.

Muchos son los encantos de la ciudad pero no hacerle una foto al famoso reloj de vapor situado en el barrio de Gastown sería casi un delito. Un ingenio de gran popularidad que marca puntualmente desde 1977.

Uno de los fuertes de Vancouver son las maravillosas atracciones naturales que alberga en sus alrededores. Uno de ellos es el cañón horadado por el río Capilano donde se alza el puente colgante de peatones más largo del mundo. Hablamos de 72 metros de longitud y 137 metros de recorrido a pie.

Esta zona también es muy visitada por los vestigios y la imaginaria dejada por los indios nativos americanos y su cultura animista.

Una visita a Vancouver debe ir acompañada por una incursión al norte, dirección a las espectaculares montañas de Whistler. Hablamos del mayor resort para esquiar de toda Norteamérica, así como la mayor estación alpina del continente, tanto en calidad de sus instalaciones como en su tamaño.

Las montañas de Whistler y Blackcomb están unidas en el centro por una villa diseñada para peatones. Sumando ambas montañas, el complejo tiene más de 200 pistas de esquí de diversas dificultades que suman un total de 3,300 hectáreas transitables con un promedio de 10 metros de nieve por año. Ojo que cuenta con 38 teleféricos permitiendo el acceso hasta una altura de 1609 metros sobre el nivel del mar. Debido al gran número de teleféricos, la estación de Whistler tiene capacidad para albergar y mover por sus pistas a la friolera de  62.000 esquiadores por hora.

Se trata de un lugar privilegiado para la práctica de deportes de invierno. Pocos lugares en el mundo pueden rivalizar con él. No en vano fue sede fue sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de invierno en el año 2010. Un evento cuyo éxito y buena organización aún perdura en la memoria de los amantes del olimpismo.