Viajar a Londres supone siempre una experiencia nueva. La capital británica es una ciudad llena de vida y con una inabarcable oferta de ocio y cultural, por lo que visitarla una vez nunca es suficiente.
Una buena ocasión para ello es el puente de diciembre. La cercanía con la Navidad le permitirá disfrutar de la ciudad con un ambiente de película y en cada esquina será sorprendido por actuaciones musicales, grandiosas iluminaciones y tentadores escaparates. ¿Embarcamos?
Debido a la festividad de estos días conviene reservar el vuelo con bastante antelación ya que, aunque las líneas low cost suelen disponer de muy buenos precios para volar a Reino Unido, las aerolíneas aprovechan este puente para hacer su particular agosto.
Una vez pongamos el pie en la capital inglesa conviene tener claro las cosas que hacer para disfrutar al máximo de su escapada.
Clásicos que nunca fallan
Podemos comenzar con las atracciones más clásicas pero no por ello menos impresionantes. El famoso Big Ben le recordará que debe ajustar su reloj a la diferencia horaria. Está situado en el lado noroeste del Palacio de Westminster y es el reloj de cuatro caras más grande del mundo, dando la hora desde 1859.
Otro clásico para visitar es Trafalgar Square una popular plaza situada en el centro de Londres y que conmemora la batalla de Trafalgar. Seguramente va a encontrarla repleta de gente y es esa vida constante la que la hace tan atractiva. Muchos son los que aprovechan sus imponentes esculturas de leones bajo la denominada columna de Nelsón para hacerse una simpática fotografía.
Para los más exquisitos será un placer visitar el barrio de St. James un área para gente selecta donde verá un desfile de ciudadanos luciendo trajes a medida, un conseguido Papa Nöel que le deseará una feliz Navidad en Londres y selectos restaurantes y comercios. Está muy cerca del antiquísimo Royal Park que completa los atractivos de esta zona.
Otra de las opciones para pasar el día es el impresionante Hyde Park uno de los nueve parques reales de Londres también llamado el “pulmón de Londres”. Cuenta con más de 4.000 árboles y es ideal para olvidarse del mundanal ruido. Pasear y montar en bicicleta. Una actividad además idónea para niños, que disfrutarán de una enorme extensión de terreno alejado de aglomeraciones y tráfico.
Otra de las curiosidades de Hyde Park es su speaker corner, un rincón situado en el noreste del recinto en el que los domingos por la mañana se reúnen excéntricos personajes narrando las más varipintas historias. Una simpática experiencia para todos.
Otro de los distritos de parada obligada es Covent Garden cuyo mercado es muy popular así como la plaza que lo rodea llena de puestos artesanales.
Los más pequeños quizás decidan esperar en tierra si se deciden por visitar el London Eye, una noria-mirador de 135 metros de altura y que ofrece unas vistas espectaculares de la capital. Unas vistas especialmente bonita en esta época salpicada de luces, pistas de patinaje sobre hielo…
El río Thamesis
Desde la noria avistará también el Rio Thamesis que le recomendamos descubrir a través de una experiencia de navegación. La oferta de viajes en todo tipo de barcos es inmensa y abarca desde un breve paseo hasta cenas con espectáculo por el canal del río.
Los niños disfrutarán muy especialmente del parque temático Winter Wonderland, un recinto lleno de atracciones que se celebra entre los meses de noviembre y diciembre y que ofrece también puestos comida internacional, tómbolas, pistas de patinaje…un ambiente mágico que le hará sentirse dentro de una película navideña.
Londres ofrece un sinfín de posibilidades más que no podrá abarcar por completo durante el puente de diciembre. Pero visto la calidad del destino…¡Como para no repetir!