La amenaza de una nueva movilización de los vigilantes de seguridad en plena temporada alta sobrevuela los aeropuertos españoles un año después del conflicto protagonizado en el de Barcelona-El Prat por los trabajadores de Eulen Seguridad.
En esta ocasión, están llamados a la huelga, desde el próximo 24 de agosto hasta el 3 de septiembre, entre las 5 y 14 horas, los vigilantes de seguridad de Ilunion Seguridad que prestan sus servicios en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
El conflicto de El Prat se resolvió con un laudo arbitral cuyas medidas, entre ellas el cobro de complementos salariales, fueron acordadas también por el grupo de trabajo sobre la seguridad privada en las infraestructuras de transporte de competencia estatal, en el que participó el Ministerio de Fomento.
Esas medidas fueron incluidas posteriormente en el nuevo convenio colectivo del sector y en los pliegos de licitaciones de los nuevos contratos de servicios de seguridad de AENA adjudicados este año.
Alternativa Sindical, el cuarto sindicato con mayor representación en el sector de la seguridad privada, ha denunciado ahora que Ilunion incumple las mejoras acordadas y que también lo hacen otras empresas concesionarias como Segurisa o Trablisa, por lo que no descarta que las movilizaciones se extiendan a otros aeropuertos como el de Santander o El Prat.
Eulen, que actualmente presta servicios de inspección de equipajes en Barajas y de seguridad en aeropuertos pequeños como Albacete, San Sebastián o Melilla, ha asegurado que paga todos los pluses acordados y que no tiene comunicado ningún conflicto laboral.
La amenaza de huelga en el aeropuerto madrileño se ha acentuado después de que el acto de mediación entre Ilunion y los trabajadores celebrado el pasado viernes en el Instituto Laboral finalizara sin acuerdo y sin compromiso por parte de la empresa de acudir a una nueva reunión con el comité de huelga.
Éste considera “insuficiente” la propuesta que Ilunion presentó en la mediación ya que, en su opinión, no da respuesta a ninguno de los puntos más destacados de sus reivindicaciones: el cumplimiento íntegro de los acuerdos con Fomento y el respeto a los pactos alcanzados con la anterior concesionaria, Prosegur.
En paralelo a la convocatoria de huelga, otros sindicato, USO, ha planteado un conflicto colectivo ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) para reclamar el pago de los pluses como paso previo a la presentación de una denuncia ante la Audiencia Nacional.
Dado que los vigilantes aún no han recibido los pluses correspondientes, USO ha decidido aclarar la cuestión en el acto de mediación o solicitar una nueva reunión de la mesa en la que se llegó al acuerdo, en la que participó Fomento.
Las aerolíneas han mostrado su preocupación ante la amenaza de huelga en Barajas en plena temporada alta, ya que temen que pueda provocar caos y un gran perjuicio para los pasajeros y su operativa.
La Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta) ha apelado al diálogo a ambas partes, además de hacer un llamamiento a AENA, como titular del servicio aeroportuario y adjudicador del contrato a Ilunion, y a los ministerios de Trabajo, Interior y Fomento para que, en lo que de ellos depende, adopten todas las medidas necesarias para evitar los paros.
Aceta confía en que no se volverá a reproducir la situación vivida el pasado verano en El Prat, con innumerables colas en los filtros de seguridad y las consiguientes pérdidas de vuelos de los pasajeros y retrasos operativos de las compañías.