La monumental capital de Austria figura entre uno de los destinos más codiciados para pasar el fin de año. La ciudad más importante del extinto imperio austro húngaro ofrece numerosos encantos que pondrán muy alto el listón para que el resto de los días de 2019.
Viena es una ciudad de gran belleza que destaca sobre otras capitales europeas por sus imponentes palacios y valor arquitectónico en su diseño urbano.
A pesar de las bajísimas temperaturas que experimenta durante la época navideña, la ciudad se transforma por completo y la gente, ya sean locales o turistas, toma por completo las calles y las transforman en una fiesta constante.
La celebración se centra sobre todo en el centro histórico de Viena, que se viste de color, luz y música para despedir el año.
Estas son algunas de los eventos que no te puedes perder si tienes la fortuna de pisar sus calles el 31 de diciembre.
El baile más imperial
Toda la creme de la creme de la sociedad vienesa se da cita en el Palacio Imperial el último día de año para el conocido como Hofburg Silvesterball.
Un acto solemne que comienza con una ceremonia de cambio de guardia en las puertas del palacio, que continúa con una presentación de invitados con un protocolo de lo más estricto, para acabar con una cena de etiqueta y un concierto de ópera.
Pero es quizás el conocido como Baile de Medianoche, donde se interpreta el archiconocido vals del Danubio Azul, de Johann Strauss.
Es el momento más mediático de la celebración y, sin ninguna duda, una de las estampas más conocidas por todo el planeta.
Aunque pueda parecer que se trata de una fiesta hermética, solo apta para aquellos con título nobiliario, gente acaudalada o de sangre azul, desde hace algún tiempo está abierto a todos los públicos.
Eso sí, hay que hacer un pequeño desembolso para tener acceso a esta noche de cuento de hadas.
Si solo quieres asistir al “momento baile”, tendrás que soltar 165 euros. Para poder disfrutar del ágape, el precio asciende a 750 euros.
A estas cifras hay que sumarte el desembolso del traje de etiqueta, y también encomendarse a cualquier divinidad para que te habilite a bailar el vals de forma decente.
En caso contrario, también tendrías que sumarle el precio de algunas horas de clases de baile.
De acuerdo, te has gastado un dinero en el billete, otra importante suma en el hotel que has elegido en el centro y el presupuesto se agota.
Por suerte el ayuntamiento organiza una alternativa algo más económica: la gala de San Silvestre.
El programa es muy similar, aunque algo más de “serie B”. Los precios oscilan entre los 140 y los 400 euros.
El sendero de San Silvestre
Aunque hemos sacado a pasear pronto la cartera con gastos y más gastos, la actividad más clásica del fin de año en Viena es absolutamente gratuita.
Se trata de la Silvesterpfad, o sendero de San Silvestre.
No es otra cosa que un recorrido por las principales calles del centro de Viena.
Las vías principales de la urbe que cada año son engalanadas para la ocasión.
La celebración del año nuevo se centra en las calles del distrito 1 de Viena.
Hablamos de una programación festiva de 12 horas donde se suceden espectáculos, actuaciones en directo, música pop/rock, sesiones de DJ, además de las clásicas danzas locales y bailes folk.
Todo esto flanqueado por numerosas casetas donde comer y beber los productos típicos de la zona durante esta época del año.
La despedida del año
El deambular por las calles de Viena tiene como desenlace el momento de la despedida del año. Hay varias opciones para disfrutar de este momento mágico.
El primero es en Stephansplatz¸ junto a la Catedral de San Esteban. Allí se da cita una multitud de personas para disfrutar de conciertos que se montan en un escenario.
Todo se detendrá antes de las doce de la noche para recibir el año con las campanadas de la Pummerin, el nombre popular que recibe la campana de la catedral.
La opción más seguida por locales y turistas es la playa del ayuntamiento, conocida como Rthausplatz.
Aparte de un descomunal escenario y puestos callejeros, a medianoche el cielo se iluminará con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales.
El instante más especial es, durante los fuegos, el momento en el que suena el omnipresente Danubio Azul. Instante en el que es tradición bailar este vals en plena calle.
También queremos recomendar otros lugares con gran ambiente como Wiener Prater, el gran parque urbano de Viena, donde podrás ver los fuegos artificiales desde las alturas en la Riesenrad, la vetusta noria gigante.
El concierto de Año Nuevo
Es el punto álgido de estas fechas en Viena. Se trata de un evento que sobrepasa fronteras y es de obligado visionado tras pasar la resaca del día 31 de diciembre.
La Filarmónica de Viena se viste de gala para celebrar uno de los conciertos de música clásica más famosos del mundo. El escenario es la Sala Dorada del Musikverein.
Se trata de toda una tradición desde 1941 que retransmiten en directo decenas y decenas de televisiones de todo el mundo para la mañana del día 1 de enero.
Las últimas cifras hablan de un centenar de cadenas de televisión con audiencias que se cuentan por millones.
El gran momento se produce cuando suena la alegre Marcha de Radinsky de Strauss, y el público asistente acompaña a la orquesta dando palmas al ritmo de la partitura.
Mucho ojo que las entradas se venden con un año de antelación.
Debido al aforo, durante los meses de enero y febrero se sortean las entradas para comprar una butaca para el año siguiente.
Dependiendo de la ubicación de la sala, gozar de uno de los momentos mágicos del año te puede costar entre 35 y 1.090 euros por entrada.
Así que si algún día eres uno de los agraciados, saborea el momento al máximo…